SENTENCIA de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo
En la Villa de Madrid, a veintiocho de Abril de dos mil cuatro.
Vistos los presentes autos pendientes ante esta Sala, en virtud del recurso de casación para unificación de doctrina, promovido por el ABOGADO DEL ESTADO, en nombre y representación del MINISTERIO DE DEFENSA, contra la sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, de fecha 11 de noviembre de 2002, en recurso de suplicación nº 251/2002, correspondiente a autos nº 870/01 del Juzgado de lo Social nº 1 de Santa Cruz de Tenerife, en los que se dictó sentencia de fecha 30 de enero de 2002, deducidos por D. Jesus Miguel, frente al MINISTERIO DE DEFENSA, sobre RECLAMACIÓN DE DERECHO Y CANTIDAD.
Ha comparecido ante esta Sala, en concepto de recurrido D. Jesus Miguel, representado por el Letrado D. JOSÉ MARÍA LIZUNDIA ZAMALLOA.
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No soy nada dado a cuestiones de abogacía, ya perdida de vista y memoria, siempre tenía otras cosas prevalentes y si no me las buscaba, ahora con más motivo.
A pesar de los pocos recursos de casación -muy complicados y laboriosos- que hice gané uno en el año 2007. Entonces se publicaban en las colecciones de papel y salió y es fácil encontrarla en Internet. Pero esta me la he topado antes, buscándome, que es como descubro algunas de mis hazañas de gloria e inmortalidad.
Ganaba las demandas del personal civil de Defensa en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en el resto de Autonomías eran arrasados, salvo quizá otra. Me llamaban de la Península incluso.
Un joven Abogado del Estado con el que amisté -hasta se quedó en mi casa-, me dijo: " No sé que hacen los Abogados del Estado (sus compañeros, era recién llegado) que no te recurren al Supremo, porque no tienes razón"
-¿Quién: yo o el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, o los dos?
-Los dos
Perder en el Supremo es lo natural, solo el 5% de los recursos son admitidos a trámite, o eso se decía, pero antes de ser tumbado era el que ganaba aquellos juicos, además yo he ganado en el Supremo. Punto.
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