viernes, junio 04, 2021

La transubstanciación de todos los valores, sostuvo Nietzsche,

 que mi hermano se ha aprestado a secundar con su propia vida. Mientras yo rehabilito mi rótula me llega esa foto, que dice "aquí tomando una copa con este gay neoyorkino".  Me la manda ELLA, su amor fallido (amor esquinado, cantaría Maná), y contesto : "qué exactitud". Mi hermano se declara mujerona que aspira  a ser una mujercita, y de paso me incluye, pero no tolera que le digas que es un gay encubierto a medio perfilar, le brota de lo más hondo la virilidad hetero, a la que todo hetero tiene derecho a mantener y a no ser perturbado en su ostentación o hacer gala. Digo por la divisoria dominante de los nuevos malos y santos. Esta moralización posmoderna de la vida íntima.

Se está dando una transubstanciación de todos los valores especialmente estéticos aunque también morales, por el vínculo indisociable entre ética y estética, en cuanto norma y expresión. 

Mi hermano era un Sr Advocat penalista que solo manejaba la jurisprudencia del Tribunal Supremo con notorio menosprecio de la jurisprudencia dimanante de los tribunales superiores de Justicia. Pero desde hace cuatro años es  profesor de secundaria y la vida le ha cambiado a muchísimo mejor, que ni se puede comparar. Ahora parece un intelectual -siempre lo ha sido, incluso de Sr Advocat-  de la Sorbona, un Akalay  de esa universidad, pero que él desprecia porque allí se titularon Pol Pot y Ho Chi Minh.

No hay comentarios: