En la frivolidad se enquista el humor, lo lúdico, el placer, lo gratuito, toda la belleza...

Toda la belleza del mundo como bientituló su libro Jaroslav Seifert, tiene más posibilidad de asomarse y anidar en la frivolidad que en lo trascendente, dogmático, serio, riguroso, grave

En las redes sobreabunda la compostura y promoción, el testimonio de todo tipo de méritos, que también lo hago yo, incluso por la familia, pero siempre dando una de cal y otra de arena y en general sobre  paisajes frecuentados. Por contra y disidencia, nosotros, vamos, yo, sólo tengo un único paisaje, salvo que muy excepcionalmente se  me brinden otros, que es éste y regularizado, como el poeta, golpe a golpe, lunes a lunes

Se le puede  llamar tertulia pero carece  ni de  media temática, en  todo caso se sobrevuela cualquier tema, y no hay nada que pensar ni aprender o saber. es un descanso amable y simpatico, liberador. Mucho tiempo atrás ocurrió que algún woke o  sanchista se sintió debidamente repelido, y alzó el vuelo cautelarmente

En mi jerarquía axiológica, lo primero es el humor, intentar reirse  siempre, tratar de ser simpático,  campechano como el emérito, para así  ser tomado por  divertido, gracioso, muy sociable y desarraigado

Mi vida social se desborda con estos amigos, los sábados en Mercadona veo a la gente muy próxima y congregada, que no ocurre durante la semana,  y si coincido durante ella con Mari Luz, la cubana, cuando  voy a la gasolinera a por el periódico, despotricamos con convicción contra el castrismo, 

Estaré ausente de este campamento base, del mejor envase de la cotidianidad salteada y soleada, dos semanas