martes, noviembre 19, 2024

El Día (Tenerife): Bulos y difamaciones, doctores y catedráticas

Begoña Gómez volvió a no dar explicaciones en la Asamblea de Madrid, y sólo decir, que, lo que había en contra de ella no eran más que bulos y difamaciones. Pues así debería ser. Debería ser un bulo que Begoña Gómez tuviera una cátedra y una difamación que el doctorado de Pedro Sánchez fuera dudoso, menos doloso que puro amaño. Si en lugar de corrupción generalizada hubieran sido las armas y los atracos, serían Bonnie and Clyde; si el socialismo real, los Ceausescu; si la música ligera, Romina y Albano con un romanticismo más meloso y hortera. Para mí a esta pareja si no fuera por su extraordinario apetito académico-científico y de frundaising transnacional y socialmente competitivo, podría no asemejarlos, sino tan sólo evocar y de pasada, al matrimonio Curie. Y como referencias orientativas ¿quiénes otros mejor, para bien asimilar, que Néstor y Cristina Fernández de Kirchner? que serían su duplica, un mero océano por medio. Estos acabaron por desbrozar los restos del Peronismo como Sánchez lo hizo con el PSOE, a la escala taurina del descabello. Si bien los Kirchner con una criminalidad asentada, de mayor arrojo y saqueo, y comprometida (de progreso) ya desde su provincia patagónica, antes de su Marcha sobre Buenos Aires.

Nuestros Kirchner son bastantes más modestos y dispersos. Han pasado muchos años desde que el amañado doctor luciera gafas de sol en su Falcon, se dijo que, como Kennedy, acompañado de Napoleonchu todavía no promovido a ministro de Asuntos Exteriores y se paseara por las calles de Nueva York con numerosa guardia de corps. Recién llegados. Pero ya enseñó las orejas con el viaje en pandilla al concierto de Benicasim o con otro viaje de la pareja académica por Canadá hasta California, para dar una charla en Berkeley, a 10 españoles que pillaron a lazo. Ya amaban las grandes universidades y los viajes. Desde el comienzo se dispusieron a disfrutar de todas las ventajas y privilegios que podían ofrecer el cargo y el domicilio en la Moncloa. No iban a optar por la vida de Pepe Mújica, la gran excepción de la izquierda en cuanto a rehuir el lujo, y las prebendas del poder, llevando una vida casi monacal y anti-Galapagar. Mientras escribo leo unas declaraciones del antiguo jefe de los Tupamaros, que dice «me dediqué a cambiar el mundo y no cambié un carajo». Pero salió con la misma cuenta corriente, sus familiares lo mismo, y volvió a vivir donde lo hacía antes modestamente. Nuestros héroes académicos no parece que abrigaran nunca tamaña pretensión. La pareja, hermanísimo y banda, mientras se surtían a destajo, fantaseaban con ser los reyes de Inglaterra. 

José María Lizundia José María Lizundia 19 NOV 2024 7:00

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nuestra sociedad, crecen los mentiros y pelotas,,, como si fuese una carrera de galgossssss