Santiago de Luca: ¿un comercial de la cultura? Pues no, (o no solo).
Ayer por la mañana me acerqué a Bilbao y en la antigua librería Urretxindorra pedí ese libro -la editorial es de Bilbao- que se nutre/ surte de una serie de personajes irregulares que recalan en Tánger, buscando segundas o terceras oportunidades, o cuartas huidas a ninguna parte. Son de este jaez: estafadores, pícaros, falsificadores, farsantes, pillos, usurpadores y quienes cultivan apariencias, engaños, equívocos, intrusismos, simulaciones. A todos trata con enorme ternura, le gusta la fauna. Yo considero a Santiago otro irregular muy irregular, que es un grado. Enseguida el regulador de irregulares me ha evocado a Borges, y he recordado que, junto al estadista Rodríguez Zapatero, es un especialista en el difusor del lunfardo, Martín Fierro, los gauchos, lo canallas suburbiales, bueno bastante más que el expresidente simplicissimus mortal, advenido de ñoño ñoñísimo a viejo radikal (peronista montonero). Se nota su influencia (de Borges claro) para muy bien, porque aparte la potente inventiva (y mundo personal) de los relatos, Santiago escribe muy bien, de maravillla. No caben imitaciones y tiene elementos en los que podemos entrever el ascendiente borgiano, como son las cavilaciones y conjeturas que se hace el narrador sobre aspectos de la vida de los protagonistas, la incorporación de rumores "Dicen" "se sospecha" ajenos al relato pero que induzcan extremos, los móviles paradójicos/paródicos, la mudabildad del tiempo y sus efectosTánger ha sido un lugar perfectamente irrelevante a efectos literarios, donde nada ha nacido, creado o desarrollado alli (grupos, estéticas, corrientes, escuelas, gérmenes artísticos), es un invento actual de los conjurados intransitivos (que de Luca comanda), son ellos quienes lo han creado aunque lo imputen a otros antiguos y consagrados. Como están bien relacionos pueden ofrecer sus mitificaciones, las citas de ilustres que se limitaron a pasearse ociosos por allí, a amigos y conocidos de revistas de viajes, dominicales, crónicas, suplementos, digitales con toques culteranos: el sumun, viajes y cultura.
Quien ha puesto de manifiesto los verdaderos endemismos y valores locales en juego, las inicitaciones y atracciones que Tánger excita es precisamente Santiago de Luca, Creo que es el libro de Tánger destinado a permanecer, sin olvidarme -que lo tenía aquí en Getxo y me he vuelto a adentrar en él- de El mirador de lso perezosos de Sergio Barce, y el libro tangerino de Iñaki Martinez, que al fin rellena con solidez y verosimilitud el espionaje de la ciudad blanca. La ficción va en auxilio de la realidad ausente.
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