martes, noviembre 29, 2022
Lo que amé detesté, lo que aborrecía me subyugó y lo más promisorio se iluminó
Mi columna de hoy en El Día
domingo, noviembre 27, 2022
Sobre mi hermano exclusivamente
sábado, noviembre 26, 2022
Diálogo intercultural en la propia familia. Y Zapatero estadista/artista
jueves, noviembre 24, 2022
Agur, agur en la farmacia. En Bilbao no decíamos adiós
La única palabra vasca incorporado al vocabulario bilbaíno de forma mayoritaria era el "agur" (adiós), y mucho menos "gero arte" (hasta luego), no había "hola" ni "qué tal" usado en vascuence, que aparecieron mucho después (Transición). Da igual, la gente se seguirá inventando las cosas, conforme a sencillos esquemas monistas que todo lo expliquen. En casa siempre se decía agur. El agur era el que salía.
Una amiga vasca comentaba recién que ahora solo nos vemos en las farmacias en lugar de los bares, yo lo compatibilizo.
A resultas del derrame sinovial que tuve cuando cojeaba más de mi rótula accidentada, me dijeron que tomara colágeno, que ahora lo leo en todos lados.
En mi farmacia hay que pedirlo, el otro día una me sacó de quicio.
-La tiene en polvo, - consultando el ordenador- no hay las pastillas que quiere usted. Aquí veo que solo hay en polvo.
- Además no están en la pantalla donde mira -le digo- sino en aquellos estantes de allí -que le señalo y me voy.
Hoy estaba la estilizada y simpática vasca consorte, la del vasco de Luzaro, nombre ficticio en la Guipuzcoa porfunda, y que Dios les coja confesados.
Me voy y me dice Agur, tardo en reaccionar y yo también agur, hubiera seguido con mis pesquisas, qué hará el de Luzaro, como se habra aclimatado, si le hace bacalao al pil pil, pero no ha habido oportunidad. Conociéndoles tan bien, no debería dar para nada el asunto, además del paralelismo conmigo, tiene algo de singular. Me chifla lo raro y extraño. Aunque Bilbao no deja de ser una capital, yo hubiera tenido esa ventaja, pero en realidad era otro del Goiherri guipuzcoano. Ni siquiera en tantas décadas he aprendido hablar un español castellano neutro, que no se sepa de donde eres.
miércoles, noviembre 23, 2022
Desde Chicago, víspera del Día de Acción de Gracias, hinchas de España
Pocos efectivos, esta vez pareciera que hemos sido diezmados y llevados al borde del exterminio, que aunque lo fuera, no siendo del todo así, es tanta la poesía en la derrota... que nunca pierdes.
martes, noviembre 22, 2022
El Día: Paralelismos arqueológios: guanche/vascuence (hoy solo en digital)
Alicia García García y Antonio Tejera Gaspar nos dan cuenta (Bereberes contra Roma) de cómo en algunos yacimientos canarios se descubrieron entre inscripciones netamente bereberes (tifinagh-amazigh) otras que no lo eran, sino signos de origen latino, lo que llevará a investigadores hasta el rey Juba II de Mauritania, inserto en el Imperio romano, y al siglo I de nuestra era.
Un innegable paralelismo presenta la mano de bronce de Irulegi (próxima a Pamplona), recién descubierta: temporal primero, siglo I también, aunque a.C., y que en un conjunto de cuatro líneas de la lámina de Irulegi tres resultan indescifrables, por lo que se da también el radical contraste con las demás. La palabra que
El paralelismo arqueológico guanche/vascuence
Alicia García García
y Antonio Tejera Gaspar nos dan cuenta
(Bereberes contra Roma) de cómo en algunos yacimientos canarios se descubrieron
entre inscripciones netamente bereberes (tifinagh-amazigh)
otras que no lo eran, sino signos de origen latino, lo que llevará a investigadores hasta el rey Juba II de
Mauritania, inserto en el Imperio romano, y al siglo I de nuestra era.
Un innegable paralelismo presenta la mano de bronce de Irulegi
(próxima a Pamplona), recién descubierta:
temporal primero, siglo I también, aunque a.C., y que en un conjunto de
cuatro líneas de la lámina de Irulegi tres resultan indescifrables, por lo que
se da también el radical contraste con
las demás. La palabra que se reconoce es Sorioneku, identificable desde el
mismo euskera batua (el unificado por académicos de los años 60 pasados, y
normativo). Casi dice Zorionak (felicidades).
Las tres siguientes líneas son completamente indescifrables
constituyendo un auténtico enigma. El descubrimiento de Irulegi ha llenado de
entusiasmo a un montón de gente, empezando por algunos científicos (entusiastas asilvestrados), aunque
simplemente deje entrever un futuro totalmente aleatorio, pero deseado promisorio
por los vascos ontológicos, algún
catalán de guardia y feligresía de credo
abertzale/nacionalista. Para los que el poder del mito es la clave de bóveda de
ese imaginario de extrema singularidad. Otros lo han recibido con escepticismo.
El cuerpo sígnico es el iberismo.
Lo que ha impulsado a
algunos científicos a señalar que
los vascos no eran ágrafos y analfabetos
como se daba por hecho, y añadir que demuestra la presencia inmemorial del
euskera en Navarra, de ser su idioma verdadero y único. Pues con una sola
palabra interpretada: ni paleoiberismo, ni celtiberismo, sino grupo vascónico.
Jon Juaristi anunció hace unos años que no convenía seguir manteniendo el origen de los vascos en el protoiberismo, el líbico bereber o con cuna en el Cáucaso, sino que convendría fijarse mucho más en los grupos aquitanos (la Gascuña vecina: ¡gascones!) mal latinizados. Este hallazgo ha puesto de manifiesto otras cosas, como es lo que ya se viene reconociendo por los enormes restos materiales, que los romanos llegaron a la costa vasca, que no solo no les resistieron, sino que siempre se sometieron. De Irulegi -demostrado- huyeron por la guerra entre los rivales romanos, Sertorio y Pompeyo, que los reclutaban. El idioma de los vascones, sería de los navarros y gascones, pero no de guipuzcoanos y vizcaínos (caristios, autrigones...) era iberismo común y carecían de cuerpo lingüístico propio, que la sola palabra sin contexto, ni código de pertenencia, sorioneku viene a desautorizar y redimir. El paralelismo guanche/ vascuence puede completarse, como algunos científicos apuntan, con que sorioneku venga del latín: sors/sortis (suerte).
domingo, noviembre 20, 2022
Washington DC: Dos generaciones de Lizundia en arrebato místico
Soy suficientemente frívolo y mundano como para desdeñar todo misticismo, empezando por el futbolín.
sábado, noviembre 19, 2022
Foto-solapa de mi último libro sobre Marruecos y España, con paisaje vasco
En breve saldrá mi último libro -esta es la foto de la solapa, en Plencia hará un mes- versa sobre aspectos muy concretos de la relaciones de España, gestores y mandamases de instituciones culturales españolas, con Marruecos. Hechos que nos ocurrieron a cuenta de la colección de Ensayos Saharianos. Y también hay una crítica al Manifiesto de 250 intelectuales españoles y marroquíes, (que parecen querer incorporarlo a la ciencia política, conceptualizándolo: sustantivo y adjetivo con "diplomacia paralela", con esa facilidad sintáctica) cuando la gran crisis entre los dos paises del año pasado.
Relacionamos a los intelectuales/periodistas españoles (no las "redes", "los medios", "periodismo") frente a Marruecos y a favor y mucha comprensión con el Frente Polisario. Que tampoco se dice para que todo fluya en "paralelo". Puede gustar mucho Marruecos, su gente, gastronomía, paisaje, literatura, y no soportar al régimen marroquí
Muy pocas veces, por no decir nunca, el sistema político marroquí es referido con denominaciones que no resulten ominosas: monarquía medieval, autocracia, dinastía feudal, dictadura... Es imposible oír sistema constitucional, régimen parlamentario (lo defectuoso que se quiera), pluralismo político, partitocracia. Y no creo que el vínculo personal con Marruecos mejore esto; se puede valorar muy alto a los marroquíes, el paisaje, la gastronomía, el idioma, usos y costumbres, perocosa muy distinta es la idea que tengan esos mismos españoles de su régimen político, al que no es nada ajeno el Polisario.
Se olvidan los españoles de que ese Marruecos institucional es el de su cultura, tradiciones, historia y aceptado.
Algo de mi libro en rojo y cursiva. Los españoles no son abstracciones cómodas: redes, medios y demás palabrería. No lo diluyamos todo antes de comenzar. Dos capítulos seguidos, el XV de los españoles ¿por qué esas paradojas?
XIV. Unas notas críticas sobre el manifiesto de los 250 intelectuales a cuenta de la crisis de Ghali y Ceuta.................. 59
XV. El silencio sepulcral sobre la reintegración del Sahara a Marruecos.......................................................... 63
viernes, noviembre 18, 2022
Amigos vascos se chotean de la mano de Irulegi
Me mandan esta mano, prueba de que circula la alteración. Hay declaraciones de científicos de total escepticismo junto a otras de ebullición mitologizante y/o de religiosidad como es capaz de alcanzar el nacionalismo étnico y más en feudos que fueron hasta anteayer de acendrado catolicismo.
jueves, noviembre 17, 2022
Descubrimiento de "La mano de Irulegi" y el idioma vasco
Cuatro lineas inscritas en bronce co una sola palabra descifrada, da pie para llegar a decir que se puede leer desde el actual euskera (el euskera batua unificado por académicos hace 60 años), con las tres líneas siguientes completamente indescifrables. La mano en bronce es tan solo del siglo1º antes de Cristo. Ibarretxe, Arzallus y peña se les llenaba la boca llamándose pueblo septimilenario.
Lo que impulsa a los científicos, en trance gozoso, a señalar que los vascos no eran ágrafos y analfabetos como se daba por hecho, y añaden que demuestra la presencia inmemorial del euskera en Navarra, de ser su idioma verdadero, único, sacro. Por una sola palabra, ni iberismos, ni paleoiberismo, ni celtiberismo, sino grupo vascónico-
Jon Juaristi anunció hace unos años que no convenía seguir manteniendo el origen de los vascos en el viejo iberismo, el líbico bereber o con cuna en el Cáucaso, sino que convendría fijarse mucho más en los grupos aquitanos (la Gascuña vecina: gascones) mal latinizados. Este hallazgo ha puesto de manifiesto otras cosas, como es, que ya se viene reconociendo, por los enormes rastros/ restos materiales, que los romanos llegaron a la costa vasca, que los vascos no solo no les resistieron, sino que siempre se sometieron. En Irulegi, huyeron por la guerra entre los generales romanos Sertorio y Pompeyo que los reclutaban. Que el idioma de los vascones, que eran los navarros, pero no guipuzcoanos y vizcainos (caristios, autrigones...) era paleoiberismo, iberismo y carecía de sustantividad propia científica, que la sola palabra sin contexto, ni código de pertenencia, sorioneku (casi casi zorionak/felicidades), viene a desautorizar y redimir. Los solo científicos dicen que oscurece más el panorama. Los otros han vuelto al Arrano Beltza y a la ebriedad de la mitología y el hambre ideológico monista religioso.
miércoles, noviembre 16, 2022
Tras más de 8 años con columna semanal uno espera ser ultimado
martes, noviembre 15, 2022
Los contenidos y formas de Yolanda Díaz: restan
Friedrich Schiller reforzó
su canon estético a cuenta del
vestido: que el cuerpo esté libre y libre el vestido, asentando la belleza en la libertad de su aparición. He
escrito varios artículos sobre Yolanda Diaz y siempre he empezado (y terminado) por la ropa y su pelo sedoso,
mecido cuidadosamente. Columnistas que leo, también lo hacen, tampoco parecen
poder sustraerse a las poderosas ondulaciones y flamear de cabellera y vestidos,
armonioso oleaje que expresa la libertad de ambos en su manifestación (tan
estudiada). Y me pregunto ¿cuáles podrán
ser los ideales y deseos más profundos que desate su inconsciente con ese culto
acerbo a la exposición y el lujo? O soy un comprimido a machista (ese gran
resumen moral de este siglo de Pericles) o realmente resulta lo más
significativo de ella y más claves de interpretación ofrece, además de desvelar
personalidad, capacidad y formación. Resulta evidente encontrar la exacta
correlación entre el esplendor esteticista/esteticien de ella, todos los días,
de revistas como Vogue (que rinden a las ministras socialistas), y los
contenidos que sus discursos y pensamientos ensartan. Quedarían contrastadas
sus formas (cuerpo/melena, vestido, apariencia) con los contenidos también voladizos y aerostáticos como globos, pero
que de tan farragosos y ñoños extreman
su simplicidad. El no tener nunca nada importante que decir, como los vacuos
sindicalistas, le hace a ella también exagerar la retórica y verbosidad, y
envuelta en soliloquios y logomaquias, crear contenidos ininteligibles, frases
inconexas, adolescentes y “chulísimas” (de ministra adolescente, pija y
limitada), ausencia de ideas y
razonamientos del santo evangelio de Sumar
(piedras y lentejas), y desenfadada cursilería.
No hay que preguntar a Google por nuestra ministra pasarela
ya que una vez comenzado este artículo
le oigo decir, refutando a su patrocinador macho alfa (ay, la sumisión de
género, qué estricta), Iglesias, que a
ella le hubiera designado él, sino los
medios de comunicación. ¿Cómo se puede
ser designada vicepresidenta por los medios de comunicación? Lo dice porque los
medios la señalan como la más popular. Pues ya está, deducido queda. ¿Desde
cuándo los medios son instituciones incardinadas constitucionalmente a procedimientos políticos de designación ?
Ignara, inculta, torpísima (comunismo=libertad, aseveró) ¿y las legiones de
asesores gubernamentales? Casi seguido,
nuestra ministra cosmética-textil repetirá que se va a “dejar la piel” en hacer lo que tiene
que hacer. No suponían que la vida
adulta compendiara responsabilidad
y resultados. El periodista Vicente
Vallés pone cortes de Belarra, Iglesias,
Montero y Yolanda que como cotorras repiten que se van a “dejar la piel”. ¡Qué
emotivos y tiernos ante el trabajo! Ha
sido un choque para esta tropa de marginales, exigirles como adultos; pues
nada: ministros.
domingo, noviembre 13, 2022
Crítica del traductor/ensayista Ángel Repáraz a mi libro De Bilbao a Bilbao, 40 años después
Ángel Repáraz (germanista, traductor, ensayista e ingeniero industrial) Suplemento El Perseguidor de Diario de Avisos
El Bilbao actual, el que puede tachar o centrifugar a quien
se mueva imprudentemente en la sesión de fotografías, tiene un nacimiento
histórico que cabe datar con alguna precisión;
efectivamente la abolición de los fueros tras la última
carlistada del XIX convierte en pocos decenios a las Encartaciones en una
enorme cuenca minera. Así que se implanta un capitalismo industrial de los
duros y un liberalismo algo clerical, pero nada tímido con el dinero, con
ferrocarriles (mineros y de pasajeros), explotaciones extensivas - a la puerta
de la villa alguna - y fábricas de dimensión hasta entonces desconocida en la
margen izquierda de la ría. Víctor Chávarri y los demás impulsan la siderurgia
y los bancos; Bilbao está entrando en su modernidad y durante el último cuarto
del XIX la ciudad cuadruplica su población. Sobre todo con inmigrantes
empobrecidos, los que serán bautizados por el nacionalismo neonato como
maketos. Y que serán tratados convenientemente por capataces no muy humanizados
– y aborígenes, señala Unamuno -; algo que, había quien pensaba, tenían bien
merecido quienes amenazaban la soñarrera idílica del preindustrialismo. Bilbao
significa ya las fortunas y las mansiones del Ensanche y unas clases medias y
menos que medias asustadas. En 1886 funciona ya en Bilbao la primera asociación
socialista, y de 1890 es la primera huelga general de mineros en Vizcaya, con
un apoyo enorme por parte obrera y un resultado atroz en vidas. Casualidadades
de la vida: justo entonces, en 1893 y en el txakolí Larzábal de Archanda,
desciende el Paráclito hasta la cabeza de Sabino Arana, que en su discurso
programático embute mitología y ‘derechos históricos’. El ser aristotélico,
como sabe cualquiera, se dice de muchas maneras; el ser de Bilbao también.
Desde como tarde las últimas décadas del XIX aquel estado de cosas y sus muy
perceptibles consecuencias han sido analizados y denunciados por una extensa
nómina de heterodoxias, buenos poetas incluidos; por Unamuno e Indalecio
Prieto, por G. Aresti, Blas de Otero, Javier de Bengoechea ¡y hasta por la
poesía tentativa y agostada de Javier Echevarrieta! (El protomártir del grupo
armado fue también el
protoasesino, nos recuerda con otros términos el autor). De
toda esa tradición puede uno echar mano para testar que han sido muchos los
motivos para salir de allí de estampida y con la determinación de no volver, o
para desearlo. Entre los más recientes, Lizundia.
2 “… en agosto de 2001 rompí, decidí desde el pueblo donde
había veraneado siempre [...] que no volvería nunca más.” De esa violenta
impugnación de las marcas de una existencia anterior hay interesantes precedentes en la
literatura, desde luego, la de Stendhal con Grenoble es conocida y definitiva,
o la de Galdós. De hecho, Lizundia ha vuelto; seamos comprensivos con estos
incumplimientos invocando al bueno de Pere Quart, que asimismo volvió y
asimismo quebrantó su propia su palabra (él regresó “rejuvenecido por el
asco”). Pero al poco de uno de sus regresos el azar intervino en la forma de
una caída en la Alhóndiga de Bilbao, y el resultado se llamó fractura rotulina.
El choque con ciertas estructuras del poder médico fue un plus para su rabia
acumulada; después de todo Lizundia tiene formación jurídica. Su librito es por
todo ello denso e inamovible en el rechazo y elíptico en su modusdicendi; sus
23 miniensayos o viñetas no hacen todavía unas memorias, aunque las miradas
hacia atrás de esos cuarenta años darían de sobra para ello. Y bien, si los
veinte años del tango no son nada, el doble tampoco tendría por qué serlo
cuando se ha logrado sustraerse al gran atractor.
3 No creo que, como apunta alguna recensión, sea la de
Lizundia una “mirada melancólica”; pienso más bien en la furiosa decisión del
que ha visto que, por causas convergentes, el ambiente allí se le había puesto
irrespirable. Un extraño, pero tampoco tan próximo al Mersault de Camus porque
aquí hay ironía, excelente conocimiento de realidades y hasta una militancia
antigua que dio para algún susto. El problema es ese regreso, los costes de ese
volver al ámbito del nacionalismo, que, como ha sido observado ya más de una
vez, funcionalmente es una religión, y aquí no valen diálogos. Han sido
demasiados años de ‘comprensión’ más o menos abierta con ETA – una grande,
sangrienta cuadrilla. Arzallus soñaba despierto con una Euskadi entre el Adur y
el Ebro, como si el régimen competencial en vigor, la Hacienda autónoma y el
resto fueran modos sutiles de opresión. Y a no olvidar sus consideraciones
sobre la división funcional del trabajo entequienes sacudían el árbol y quienes
recogían las nueces que iban cayendo, un postulado de epistemología arbórea
que, machihembrado con el conspicuo ‘lo mío para mí y lo tuyo a medias’, han
enriquecido sin ninguna duda las formas discursivas de la política vasca. No
extraña que gentes así estén construyendo “cada vez más, una Euskadi
monoteísta”.
“Soy un bilbaíno consecuentemente anti-bilbaíno”, otra
áspera confesión de quien tiene conciencia de ser un intruso en su lugar de
origen, “incluso como abogado”. Los acólitos han hecho bien su trabajo: allí
caben los justos y pocos más: los justos de la axiología jelkide de hoy y de siempre,
entiéndase. Ibarretxe se reclamó de esos 7.000 u 8.000 años de historia vasca
que, parece, no se han resuelto en un Estado nacional. El ius primi occupantis
de los trogloditas como argumento; la pregunta es cómo vivir con alguna
clarividencia en una comunidad cuyo titular decía cosas así. En abril de 1890,
todavía en Bilbao, Unamuno escribe a un amigo: “Aquí reina el egoísmo sin tasa,
y una atmósfera que quita todo aliento al espíritu.” Cuarenta años o más
después de la fuga Lizundia pone coordenadas esféricas a los reencuentros
decepcionantes aludiendo a Cioran, V. Grossman, Hobsbawm, Rorty, Deleuze, etc.:
un mapa privado que es también seguramente el de una generación que se está
yendo. Aunque él no es del todo un outsider aunque afirme tal: tenía todos los
apellidos canónicos precisos para ser admitido en la Tabla Redonda del
exclusivismo. Claro que, lo dijo Recalde, los nacionalistas “pretenden
convertir las referencias históricas que ellos se han inventado, que no
existen, en los fundamentos de lo vasco.” La buena noticia
es que también aquí se detecta al ‘vasco discrepante’ (Caro Baroja), que puede
especificarse probablemente sin violencia como ‘bilbaíno discrepante’.
Lizundia ha confeccionado reactivamente una enmienda a la
totalidad de una ordenación social (“esa sociedad vasca anormal”) que se
encuentra en manos de quienes sabemos; las tres formaciones nacionalistas, por
cierto, proceden de Sabino. No le duelen prendas: “… pasé de trasterrado a
renegado y de antivasco a exvasco, que es como me gusta calificarme...”. Quizá
ha sido demasiada la energía interna invertida con todos esos class enemies
(así los llama) que ha ido coleccionando. Pero el humor es bueno, de modo que
sigue siendo accionista de DEIA; en tiempos hasta puso en pie una ‘Asociación
de Abogados de Tenerife por la libertad de Euskadi y contra el Plan Ibarretxe’.
“Está todo como lo dejé”, constata en una de sus últimas epifanías. Lo mismo
pero distinto; Heráclito de Bilbao, nuestro exvasco se lleva bien con los
vascos dispersos por el amplio mundo. Quizá este ensayo nos exhorta a redefinir
los motivos reales de nuestras diversas diásporas, que en modo alguno se
limitan a las de quienes administran los oropeles de la política resistente.
Para emplear un título de Handke (y de Chandler), un autor que Lizundia cita,
este es un largo adiós, voluntarista y contumaz. Sobre los costes internos
guardemos silencio. ¿Pero y si la inadaptación, como sugiere el autor, actuara
como “un kit de mera supervivencia”? Ah y en Bilbao, no hay que decirlo, “sigue
lloviendo.”
Lizundia, José María, De Bilbao a Bilbao, cuarenta años
después. Granada: Alhulia, 2021.
Madrid, 15 de agosto de 2022
viernes, noviembre 11, 2022
Hoy de vasco, exaltación vasquista (no carcelaria), en la farmacia
jueves, noviembre 10, 2022
Al final soy escritor porque no hago otra cosa, sólo después de librarme de haberlo sido
Todo el mundo se colapsa por ser escritor, como pasaba a kamikazes, miembros de las juventudes hitlerianas, comunistas, jesuitas, guardianes de la revolución...con ansiedad, desespero y frustración; a quien no le falta un nobel le falta un Planeta, a otro al menos tener su superventas o en su defecto encendidas criticas apologéticas, siempre reconocimiento.
Una de las profesiones mas normativistas por la interiorización de preceptos inviolables es la de escritor, toda la vida consumiendo cultura con apremiantes demandas de autoexigencia monacal. El dia, la semana segmentada en conciertos, exposiciones, presentaciones, homenajes, cines, teatros, conferencias, revistas, contactos, lo que les impulsa a ser mas perfectos y desenvueltos, más valiosos, a modo de cervantinos cervatillos.
Yo solo escribo lo que necesito escribir, sin parangones, referencias, objetivos, así no se puede fallar, porque ocurre que lo que hago me sale como me es dado. Y justo ahi se acaba todo. Sería un escritor, aparte de sin lectores, interiorista y circunstancial, luego en ningún caso un escritor genérico y sustantivo, computable y orgánico. Yo siempre, en casi todo, he sido un intruso, aunque sea escritor solo de lo que escribo y quiero, sin sentido, estrategia ni camino por lo que no alcanzo a quedar investido por el concepto. Uff...
miércoles, noviembre 09, 2022
Hemos regresado a la guarida de níngún lobo, al final tenemos varias, que ya hubiera gustado
Por fin he terminado la revision de mi libro inminente, 80 páginas logradas con muchos descansos en blanco (nieve del Montblanc). Será un libro, por lo que me llega (a mí de mí), no celebrado en mis pequeños micromundos, incluso traspapelado, cosas que sí me ocurren. Resulta que hay ámbitos de plegamiento intenso, casi intrauterinos, que no creía que pudiera ser para tanto en determinados lugares. Se habla y antepone la literatura, cuando la cosa en absoluto va de ella, y se puede argumentar con razones. Incluso persuadir a alguno más suelto. Hay ahora otros paradigmas, que a la vista están. Yo no busco a nadie ni quiero ni necesito, no es algo que persiguiese en mi vida volcada en la cotidianidad, simplemente se ha dado.
martes, noviembre 08, 2022
Mi columna de hoy en El Día
domingo, noviembre 06, 2022
Jamal Mechbal y yo de conexiones wifi, con la gran coincidencia
sábado, noviembre 05, 2022
Jamal Eddine Mechbal y Mina ya en Tenerife
jueves, noviembre 03, 2022
Los últimos libros de Derecho que aniquilaré
Tengo tantos ibro que el desorden me resulta ya insoportable. No encuentro libros. Sé tambien que los libros ya no los quieren nadie. ni prisiones, ni hogares de mayores, orfelinatos, bases aéreas, ninguna municipalidad, nadie. Pero he decidido que mientras no descienda al Hades, como Persefone Koré (será más regular), seguirán conmigo.
De regreso a Tenerife desde Bilbao
martes, noviembre 01, 2022
Artículo: El hombre blanco se disuelve para contrariedad de sus cazadores
Las patrias del
librecambismo, el libre comercio y los mercados no parecían llamadas a encabezar mutaciones simbólicas que marcaran con hondura la irrupción de elementos nuevos y ajenos a
los bastiones de poder. Un área en la que ocupa lugar preeminente el mundo
anglosajón y en donde parece que el hombre blanco, no presta mucha
atención a sus cazadores de cabelleras. Quien no suele creer
en el dinamismo social, en los recursos del propio individuo, lo hace en
políticas de discriminación positiva, de la que ya hay demasiada literatura
sobre su absoluta inanidad y efectos perversos (empíricos) a medio plazo. La
prueba: la infalible escasez y claustrofóbica opresión. No destacando porque
sean un factor dinámico de creación de riqueza, la condición para su redistribución
teórica. Cuando la izquierda fue dejando de comprender el capitalismo y la
explotación, entrevió la nada metafísica porque le dejaban de salir todas las
cuentas, concibió de la mano de Foucault buscar nuevas contradicciones y
negaciones, que sustituyeran capitalismo y explotación por la proliferación de
sujetos mártires pasado o presentes, que señalaran implacables al lugar del mal
radical. Como ya no había mecanismos ni procesos objetivos que alcanzaran a
redimir, lo que hicieron fue reclutar a todos los sectores insatisfechos,
compungidos, resentidos pero fundamentalmente justicieros, dispuestos a la caza
del hombre blanco. Aun simbolizados en piedra, como referentes históricos para muchas
generaciones, ellos demolían. Ahora estaba orientado a la diana el carcaj con
las flechas de los guerreros de la justicia
sindicados con Black Lives Matter, Me Too, y los universitarios
millonarios de las grandes universidades con su cultura de la cancelación. Los mayores censores y purificadores del mundo
capitalista han descubierto a Lucifer en
el hombre blanco que imponía al mal entre colonias de seres vivos, con o sin
caparazón, y sin un solo mérito de atenuación. Un prisma drásticamente
teológico. Sin embargo el resentimiento woke es incapaz, en su mundo segmentado
entre criaturas puras e infames, de percibir la accidentalidad y contingencia,
tan solo esencias puras. El blanco se va haciendo más oscuro. Destinada, por
tradición, la presidencia americana al hombre blanco, Obama con su familia la
alcanzó, que representaban (la comunidad
negra) el 13% de la nación. No ocurre nada parecido en Cuba, por ejemplo.
Resulta que el hombre blanco (el primer ministro inglés) no es solo indio sino de religión hindú, el alcalde de Londres no solo es pakistaní sino que además es musulmán, Obama y familia negros, Kamala Harris vicepresidenta de EEUU, india; ministros conservadores noruegos contraen matrimonio gay , el hombre blanco va suplantándose de forma natural pero eficaz. Evidentemente, les están volviendo locos.