La cristianización de ayer

La cristianización se celebró en la iglesia de La Concepción de Santa Cruz de Tenerife, donde bautismó, si se me permite el neologismo , su abuela y familia. 

el niño se cristianizó por su propio pie, como los baptistas americanos en el río Jordán

Aquí sale con aspecto algo de niña, un poco queer y de género, pero ocurre porque es muy mono, guapo, simpático y listo (tiene sangre india en sus venas). Importante: la arquitectura religiosa canaria (iglesias, ermitas  eremitas y conventos) es de una gran personalidad y belleza

Esta es al mesa nº 1 de a 4, de los más allegados, distancias, exterioridad obligatoria. Mi hetereopatriarcalismo se evidencia en la pesquisa indagatoria que dirijo al fotógrafo como si fuera el clásico mafioso provinciano, mi posición preeminente contra la pared, mi aliño en el vestir y la elección del color azul del niño varón, que ya empiezo a significar y orientar.  En todo caso yo me identifico con el patriarca calé, con los Zigeuner, los gitanos. la única y verdadera etnia que existe en España. Lo de los vasquitos y catalufos es vergonzoso, es llamarnos idiotas e iletrados, los Zigeuner son los únicos

Luego el niño, la verdad, fue vestido un poco de pijo, cuando los padres son mucho más de elites cosmopolitas, burguesas, liberales y voto demócrata, (con hijo nacido en Washington DC, nada de Maryland o Virginia, que a cualquier descuido podría ocurrir)  algo que el propio padre abomina y condena. Unos días antes llegó bramando contra los pijos niños de Santa Cruz.

En la intersección del fashion (descansado y matinal)  con el glamour (que las provincias pueden catapultar con máximo decoro por cualquier aeropuerto del mundo), las
madrinas y Conchita

hubo fotógrafas profesionales y hubo más amigos en la comida y copas, aunque en la ceremonia rigió el  numerus clausus , pero mi hermano que aun no sabe que este es un blog mundano, superficial y todo lo frívolo que se pueda, no fotografió a la peña.

Habíamos hecho la reservación en nuestro cuartel general, la anulamos y ni juntos ni por libre pisaremos nuestro lugar de muchos años.