sábado, enero 16, 2021

Melilla, un regalo. Mustafa Akalay Nasser

Va hacer un año  que estuve tres días en Melilla. Fui solo y no tuve contacto con nadie,  si  exceptuamos el taxista que me enseñó la frontera (me lo propuso), que fue con el único con quien hablé. Aun así he escrito sobre Melilla (muy poco, lo suficiente hasta ahora), pero este libro me ha abierto Melilla. Iba a regresar en primavera pero la pandemia lo frustró
Leí después que el escritor Sergio del Molino había estado dos veces en la ciudad, que habló con mucha gente, obtuvo datos de distinto tipo y comió una sopa típica que le gustó mucho. Yo me volví loco para encontrar un restaurante que me convenciera, que no ocurrió y regresé al casino militar. Mentí, ahí si hablé como es mi costumbre con camareros, con uno que era español amazig, bilingüe (diré de paso  totalmente antimarroquí,-el catalanismo y abertzalismo se expanden, según me dijo no entendía el dariya, que no se lo creí-, yo que soy tan "sensible" a los nacionalismos étnicos), como el taxista. Y entré en una tienda kosher que descubrí una vez dentro al ver tres generaciones con la kippa, de los muy  pocos que quedan, que los buenos votos convivenciales no se detienen en precisar.
A mi me gustan las miradas del extraño y el ajeno, sobre todo el intruso, la confrontación directa con hechos o fenómenos, lo que realmente es dado a la vista y a las sensaciones, la reacción. Hay sitios a los que no voy a ver sino, en todo caso, a verme, sentir, que es sentirte  de otra forma, que llamaría, por amor al circunloquio, pasar a un "estado de individuación metafísica". 
De Mustafa Akalay leí hace poco un artículo sobre Tánger, quise saber de él, pero sale su foto y no su nombre. A través de Randa Jebrouni me manda su libro y otro texto. Es un  libro que estoy seguro va a tener repercusión en mí, lo he tomado como un gran regalo, interesantísimo, motivador, influyente, me abre mundo que diría Heidegger, algo tan infrecuente. Tenía mucha Melilla pendiente.
 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias José María por tan buen comentario sobre mi libro,me gustaría leer tu ensayo Tánger- Melilla.Un cordial saludo.

José María Lizundia Zamalloa dijo...

Muchas gracias a ti, muy interesante, me ha descubierto lo ignorante que soy. ¿Dónde lo podría conseguir? Quiero el libro objeto, tenerlo. Prometedor también lo que aun no he leído, los otros dos textos, un abrazo