-Menudo recibimiento- me dico XY
-Pues era de la gentuza sindicada-
-Sin duda se acaba valorando a los que plantan cara- me responde
- Bueno a este le regalé un coche- el coche estaba desastrado como si fuera un coche homeless, con tal mala suerte que esa noche alguien le chocó donde lo tenía aparcado y le rompió el eje y la dirección,
El lunes ya estuvimos en la cita de siempre, XY salió muy tarde del trabajo y no posó para la foto de Mónica (solo yo le llamó así, tiene su propio nombre, otro). Me dicen que siempre elijo la foto en la que yo únicamente salgo bien en los posados pactados. Sin tener la sensibilidad que ellas desde su luminosidad irisdecente y rutilante, deberían exigirse, fuera en el Carnaval de Tenerife como fuera de él, sea en la universidad donde imparten ciencia jurídica o doquiera, de no objetar esa preferencia del desastido y necesitado de autoprotección y a quien como bien definió su hijo, buscaría la imago de decadente y crepuscular, que no solo lo soy, sino que pudiera ser la cultive o al menos la simule.
Como sostuvo Nietzsche la verdad última y redentora debemos encontrarla en la salvífica esfera estética.
El ahora protector de mi hermano tiende mas al materialismo epicureo y los goces carnales. Sin desenfreno, con artesanía.
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