La editorial Alhulia acaba de publicar la obra ´Los sucesivos vetos: ¿Poscolonialismo político español en Marruecos´ del autor español José María Lizundia. Según el propio autor: “El colonialismo afortunadamente ya no existe, pero algunas conductas individuales, repetidas y unívocas, desatadas con rigurosa identidad de sujetos, objeto y causa, sólo pueden ser derivaciones, sublimaciones, vicios inconscientes, residuos emocionales de cuando realmente el colonialismo existió. Hay respuestas que difícilmente admitirían explicaciones distintas.
No es la primera obra del autor sobre Marruecos y su relación con España, sino que antes había publicado varios libros y en particular sobre el Sahara marroquí. En este libro señalar José María Lizundia: “ Las conductas individuales de los gestores y responsables resultan más idóneas para determinar mentalidades, prejuicios y sentimientos ocultos que las instituciones para las que trabajan. Y muestran tendencias e inclinaciones que permiten ser rastreadas hasta explicarlas. Se dieron actitudes coincidentes y significativas en la Casa Árabe, el Instituto Cervantes de Fez, Casa África, la Fundación de las Tres Culturas, y el Instituto Juan Ramón Jiménez de Casablanca”.
José María Lizundia nació en Bilbao, 1951, es escritor, ensayista y abogado. Con este volumen completa su trilogía sobre el Sáhara (El Sáhara como metarrelato y El Sáhara, perspectiva de revisión), en la que se da una evolución clara de sus planteamientos: va subiendo peldaños en la visión del problema. Su independencia de pensamiento y sus ángulos críticos en nada se compadecen con los que estamos acostumbrados.
Ha escrito sobre muy variados asuntos, como si lo hiciera impulsado por lo que siempre quedara sin decir y debiera ser colmatado desde su prisma crítico: literatura canaria, arte y estética vasca, laboralismo y sindicalismo (por –o contra– profesión), diarios, novela hasta dieciséis libros. Es columnista de los grandes periódicos de Tenerife, fue articulista en Diario de Avisos y ahora columnista de El Día. Ha pertenecido y pertenece a distintas entidades culturales y es socio de número de la Real Sociedad Económica del Amigos del País de Tenerife.
Uno puede no gustar pero si interesar y eso era cuestión de vanagloria personal, casi lo máximo, no gusta lo que dices, pero quieren conocerlo. Y esa tónica ahora con más motivo (tocada la oficialidad), pensé seguiría, hasta que vi que mi admirada Maribel Méndez, con las cautelas que emplea conmigo (me tiene como enemigo aunque inocuo) me redimía. Pero no solo esto, sino que donde menos me esperaba, el embajador, ministro plenipotenciario y arbitro del canon de la tangerinidad, contactó conmigo para expresar la aprobación entusiasta de este libro. Con los de Tánger, que no dudaba en remitírselos, me hacía el vacío que estudiábamos en el bachiller, el de Gauss. Tocado no, hundido, me decía. Así que ahora no sé a que atenerme. No quiero pensar que pueda ser un vendido.
Como no presento libros exclusivamente míos seguiré remitiéndolos en envíos de varias unidades para aprovechar los portes. Esta semana, ya de regreso a la canariedad.
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