miércoles, marzo 30, 2022

Mi rehabilitación y el ejército interracial/intersexual del mundo

Mi interlocutora de diario es la cubana Mariluz, cajera de la gasolinera donde voy comprar el periódico que jamás puede ser Lo País (durante 4 ó 5 decenios compré la hoja parroquial sectaria progre), y el HOLA tal día miércoles como hoy. Mariluz es anticastrista como yo. Me ha dicho que no sabía la relación impeditiva de la cerveza  y  rótula. No crece el cartílago de la rodilla,

Pues la tiene la cerveza y  mucha. Me dice el doctor de rehabilitación donde me he vuelto a apuntar:

-No puede tomar cerveza

-Cómo que no puedo tomar cerveza, si soy un adicto, es mi aperitvo de la comida y cena

-Puede tomar vino

- Pues también lo bebo, no puede ser una alternativa

-Licor

-No bebo, salvo en las reuniones intelectuales del Oliver, para no dormirme, me produce un efecto café.

Me espabilaba tanto que en vez de un barbitúrico esa noche para dormir me asestaba dos.

Cuando viene XY de trabajar hablamos de Ucrania, aunque del aspecto militar, como paso el día en Youtube viendo los ejércitos y armamento norteamericano  y europeo, estoy un tanto ilustrado. Si yo fuera Putin no prohibiría la prensa díscola, sino Youtube. En ningún caso debieran ver  los rusos  el armamento, la modernidad de las tropas, profesionalidad, mujeres combatientes y todas las razas y sus mezclas: Mejor releer a Nechaev, el loco terrorista asesino doble,

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