La idea más beocia y beoda de las cientos espolvoreadas por el gobierno de progreso (semántico más bien) es el lema/reivindicación de, que solo la inteligencia humana, auxiliada por la divina, es capaz de alumbrar: solas y borrachas a casa (Gobierno de España). De asaltar los cielos a volver a casa borracha y sola. Pues vaya noche.
Si tanto se habla del relato, narrativa, del discurso, indisociable a ellos es la autoría del discurso, ir a lo concreto, a la fuente o autor, no conformarnos con la fraseología inane y verbosidad abstracta y conceptual desempolvadas como promesas de redención (mesiánica). Que muestra el tamaño de la incultura poseída, la futilidad y estulticia reincididas. No son nuestros ministeriales Judith Butler ni la universidad de Berkeley precisamente. En lugar de las secuoyas oxigenantes de Berkeley, es en los garitos de humo denso de La Latina y Lavapiés, o el bar de la facultad de Somosaguas donde se co-gestó el gobierno de progreso y su pensamiento en clave dibujos animados. Guetos muy cerrados e inconexos, hostiles al mundo convencional y ordinario de hombres y mujeres, refractarios a él, lo que implica buenas dosis de resentimiento y misantropía sublimados por amores declarativos de besos a la gente, oprimidos, humillados y ofendidos. Ese mundo, que uno también conoció, sin que jamás pensara que de allí pudieran salir ministros/as, políticos profesionales estabulados en búnkeres, sin evolucionar, trabajar, con tres libros leídos como catecismos y mucha necesidad de autoestima y afirmación de mejores y adelantados, de mediocres de ambiciones afiladas que llegaban donde los demás no lo hacían. No contaban con miríadas de catedráticas, cirujanas, magistradas, ni obreras curtidas en la lucha por la vida y sus hijos. Aquellos/as solos/as levitaban, dada una verdadera conjunción de astros: De marginales, de otros que no lo eran porque parasitaban el esqueleto del PSOE y el jefe de ese comando, carente de escrúpulos, que se vieron aupados al poder, sin haber hecho demasiado en sus vidas, sino pilladas, negocios, trampas; los del PSOE ni eso, la cuchara (pública) a la boca. Inauguraron la corrupción sistémica que no es el robo oportunista y circunstancial al estado sino su ordeño metódico forzando la ley, con irregularidades diversas e infinita inmoralidad, un estado tan patrimonializado que les hace sentirse liberados de rendir cuentas. Mientras quedaba consagrada la perspectiva de género, una aporía estúpida. Si el género es electivo y de economato no puede haber perspectiva, sino multiplicidad de ángulos, curvas o quedarse pensativo. Cuando lo empírico era sororidad hecha concepto destelló cegadora la vida real, el principio de realidad: Ucrania, los niños, las mujeres y hombres verdaderos.
https://www.eldia.es/opinion/2022/03/22/solas-borrachas-casa-tiempo-feliz-64118887.html
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