Pero me ha prescrito pisicna, algo que me horroriza, y eso que yo fui muy nadador. Ahora formo parte de grupo de tullidos de movilidad reducida, cuya única ventaja son los aviones, lo bien que se pasan los chek point charlie y la mimosidad que te dan.
El doctor me emplaza para dentro de tres semanas, por si el organismo hubiera decidido absober el líquido sinoidal -que sería el vino dulce de la consagración del cuerpo y la sangre de Cristo-, le atajo diciendo que tenía la presenta de mi libro en Bilbao, pero que soy capaz de cambiarlo por la rótula o una nueva. Como es un humanista liberal del Bidasoa, un txapelaundi, me conmina: primero, el libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario