Jamal me distingue enviándome el artículo que va a sacar en Atalayar. Sobre Argelia, que tiene toda la condimentación que llevan los platos de autor, excelente exposición, conocimiento de sustanciosa base, argumentos macerados por la lógica y el juicio crítico, y sobre todo la receta propia del pensamiento personal, aún no le he oído sumarse a criterios en boga, lugares comunes, opiniones prevalentes y oportunistas. Lo que le atrae es la elaboración del pensamiento en el análisis, gusta pensar y desarrollar (disfrutar realmente) su propia argumentación como construcción enteramente racional, nada especulativa, sino armada con datos y conocimiento de la historia, con el respaldo del Derecho, que para eso es un fino jurista positivista. Le apasiona resaltar las aporías e incoherencias del contrincante.
Resulta que el libro de Jamal que fue el primero que edité, y por él nació Ensayos Saharianos, va a ser traducido. Él con mucho criterio ha decidido traducirlo él mismo.
De súbito colijo que voy a ser traducido como autor y editor, con mi querido Jamal.
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