he aquí la Alhóndiga ahora Azkuna Zentroa. Todo iba demasiado bien, habíamos comido muy bien, observado las nuevas generaciones bilbaínas, imposible encontrar una cara conocida. Tomado cerveza en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, cuando en la Alhóndiga dando por rampa lo que eran escalones muy cortos y largos, di tres volteretas, me di varios golpes y se me rompió la rótula. A la pierna derecha le salió una suerte de extraño misil de un nicho que era mi rodilla y quedo como en escuadra, ángulo recto. Tal que una pierna de madera.
A donde me lleváis- a los de la ambulancia
-A Basurto'
-no tiene muy buena fama hoy en día ¿no?
Pero había poca gente, menos vascoespañoles que emigrantes. lo que no por ello mejoró mi situación, unas tres horas oyendo a un viejo extranjero dar alaridos en un idioma que me sonaba a sudeste asiático
Trauma 1 , trauma 5, venga nombres, pero ninguno era yo. Pasaban Ertzainas con detenidos, pinta de magrebíes y alguno de Europa del este, como el que medía 3 metros.
La salita de trauma está atestada de personal sanitario femenino.
Tienes la rótula fracturada- me dice una jefecilla médica
Es un especie de gallinero, mujeres típicas vascongadas recias, antropológicas, los hombres son los celadores que pasan de puntillas. Hacinamiento, promiscuidad, distancias sociales-¿qué?... el camarote de las Hermanas Marx. Vienen los primeros tirones de orejas, que me había asaltado el confinamiento perimetral, al ir de Las Arenas a Bilbao; todavía no le doy importancia
-Yo vengo de Tenerife y somos los que mejor estamos de España, yo difícilmente pueda empeorar nada- aún trato de ser simpático.
Todo este personal femenino bullanguero, que se despachan a gusto contra "los moros", al llegar todas a la altura de mi camilla me permiten ver (para oírlas no hay ningún problema) sus caras, que me recuerdan a la brujas de Zugarramurdi.
Una doctora, la más sindicalista, me dice: "yo sin poder ver a mi madre más de una mes que vive en Castro y vienes tú y te saltas todas las normas". Ya he aguantado mucho y salto (sin decirlas que yo, si he estado unos días en Bilbao y otros en Las Arenas, soy turista, a que municipio puedo pertenecer y de dónde no me podría mover, o que he estado ante un notarios y cosas similares como motivos de clara excepción).
-A ver si yo que soy un particular, que viene de donde menos covid hay voy a tener culpas de vuestros célebres datos, la sanidad vasca ¿tendrá algo que ver? , administración vasca, autonomía, a mi me dejas en paz y no me trates como si tuviera 14 años ni me regañes como si fuera tu hijo, que tengo 70 años, que ya está bien, respeta.
-Ahí fuera tienes a la Ertzantza, vas y se lo cuentas a ellos, pero a mi me dejas en paz- remato
Los sanitarios vascos se asomaban porque no cabían y se iban. Sabían por experiencia del matriarcalismo vasco, escuela de Deusto , Escuela de Eranos. No sé cuantas personas estaríamos por metro cuadrado .
En el hospital de Basurto en el turno de tarde del 21 de febrero de 2021 no hay mucho rastro de que se combata el covid y mucho menos de que fuera apremiante-
-No me dan las placas que me han sacado,
-pido muletas, silla, ambulancia, estamos solos
Me dan el parte que pone un dictamen estrictamente médico en el que pone "que me he saltado el confinamiento",
-nadie pregunta ya que muestro tarjeta sanitaria es canaria y saben que he llegado hace días, si estoy acompañado.
XY logra que le atienda en información, que no podemos movernos, y que quiten consideraciones antideontológicas e intencionales.
Que he sido irónico y borde y ahí os quedáis. Un celador ayuda a que entre en el taxi con mi yeso que cubre recto mi pierna
HA REGRESADO LA BENEFICIENCIA
quién lo iba a decir, yo como empadronado canario con tarjeta sanitaria canaria en todo momento percibes que te tratan como favor. Ni te miran la rodilla, no ya palpar , ni te dan las placas y te amonestan COMO CIUDADANO (irresponsable), ni como paciente
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