domingo, agosto 30, 2020

Disputas, pero puestos de moda, en la Milla de oro de Las Américas

Caja Madrid que siempre le había becado la carrera, sin embargo cuando fue admitido en Georgetown, no lo becó.
Vino de Argentina donde se había ido por amor, felizmente malogrado, para entrevista con Caja Madrid: si quieres ser diplomático para que quieres hacer el máster. Le dijeron

De no me la van a dar (la beca) a no  me la han dado.Que recuerde sólo en dos ocasiones he hecho de padre, esa fue una. 

-Me he quedado sin Georgetown. 

-Ni hablar, tú vas como sea -

- Pero si no tenéis dinero

-Ya lo buscaremos, pero vas. 
Como el máster de relaciones internacionales es de dos años, (el que hizo el rey) aquellos dos años, nos íbamos una semana a Las Américas, por lo que para nosotros era como estar en Washington

 Ahora la Milla de oro es el centro de la desolación, todos los hoteles cerrados. ; estamos de vuelta 10 años después.

Está todo vírico. Y tienes en la mesa un crucigrama para pedir en los restaurantes. Primero en la pizzeria que íbamos siempre. Les explico que yo no entiendo de móviles y mucho menos de aplicaciones, que no sé ni lo que son. Que quiero una pasta de lo que sea, pero que no voy a leer nada. Se aviene y simpatizamos en progresión geométrica, si nosotros hemos ido en progresión aritmética de asistencias, simpatizábamos con todos -hija del dueño incluida- en progresión geométrica.

No en vano yo leía a Malthus en uno de los internados donde me internaron de bachiller, sin que todavía sepa por qué.

Al día siguiente vamos al japonés que nos gustaba mucho, ahora es chino y solo abre de noche. Nos sentamos  y otra vez con el crucigrama de la mesa 

- Mira, no tenemos tecnología para esto, nos puedes decir que tenéis aunque sea groso modo.

-No, no, tienen que poner le móvil encima y salé el menú

- Eso te he entendido , lo que no entiendo es lo de los móviles y como soy de la tercera edad tengo una gran merma en mis funciones cognitivas, osea que nos dejamos de mariconadas  de móviles que no estamos en el Mobile  de Barcelona y ¿qué hay para comer?

- Tiene que poner los móviles para leerlo

-Y dale, mira tío yo no estoy para exámenes de aptitudes, Trato de ser cliente vuestro si lo facilitáis un poco ¿o es tan difícil? Vámonos.

-Les dejo mi móvil para que vean.

- Tú no dejas nada porque me voy, más enemigos de clase, sí, vosotros

- Espera, no es un drama- interviene XY

-Ojalá, es una comedia de inútiles y vagos.

Los de la pizzeria -colindantes- se posicionan a favor nuestro y nos miman. Más, tras  otro día cuando les cuento que también tuve rifirrafe con los de los arroces.  Nos dan copas de vino y sangría especiales. Y comentan entre ellos mi casticismo. 

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