miércoles, enero 25, 2017

La subversión de todos los valores y los hechos

Si ya le iba todo muy bien a mi hermano (el segundo escarnecido después de mí pero antes de Rosana -el cierre de seguridad-, en un hito realmente insuperable e inimaginable...ocurrido) a partir de hoy le va ir mejor. Me había repetido de ir a la Península, incluso a Cádiz, lo que me apetece mucho y nos lo merecemos todos, pero yo tengo que ir a Bilbao a ponerme en manos del dentista (que tengo margen pues es mi primo)  e XY viene. O sea que al final todo se acumula. En marzo presento mi libro en Las Palmas –cuento con grandes apoyos-, aquí no sé cuándo y en mayo viajo a EE.UU. O sea que al final, mira por donde, todo se acumula. Lo descubrí ayer, sigo en estado de shock. De fenómenos sociológicos y psicosociales  excepcionales ahora tengo su constatación empírica a escala reducida. Todo resulta explicable, absolutamente todo. ¿Lo común?: Naa…
Mi hermano hoy, después de curricular (si se me permite el neologismo) la isla y cuando iba bien servido de trabajo, ha sentido la emoción -así me ha dicho- de verse en su elemento natural: el aula. Tendrá varias clases por semana, que aumentarán. Se traducirá en más demanda de viaje. Por lo que yo, como tendré que ir bastante a Bilbao, buscaremos hueco para ir a Tartessos y emborracharnos de cultura, liberalismo  y alcohol. Mi inducción a él al alcoholismo, va por buen camino. Aún no bebe como una esponja, pero todo se andará. Simplemente progresa, partía de muy abajo. No pretendo lisonjearme (¿neologismo?), pero no conozco a nadie que ame tan apasionadamente las tonterías como yo. Mi madre me pilló bien pronto.
Bien decía de mi hermano desde hace ya un tiempo, adrede, por algún incalificable que le iba a buscar trabajo de pianista, novia… dado en general a la befa con las risotadas que suplen su penuria humorística,  que era un tipo respetado por las élites profesionales, culturales e intelectuales.
En los terrenos culturales e intelectuales es algo que para los que se mueven por esos mundos es de total constatación. Cuando habla, la gente propende al silencio y la escucha, ahí no he visto una sola mofa. Ahora nos referiremos al profesional. A mí me ha contado hechos concluyentes varias veces, pero el último ocurrió el viernes. En un juzgado salió la magistrada y se dirigió a él, quería recordarle un juicio, que él no recordaba, pero ella le hizo memoria. Había sido hacía dos años o así, la magistrada simplemente quería decirle cómo le había impresionado su brillantez.
Me acabo de acordar de un hito noble de una gran amiga de mi hermano, catedrática de filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, que  le confesó que define en sus clases a Heidegger o algún concepto de su filosofía, como lo hizo él.



1 comentario:

José María Lizundia Zamalloa dijo...

Lo que me ha mandado mi hermano. Esto:
Schalom, hermano. Gracias por tu panegírico. Proseguiré el discipulado en el alcohol.