jueves, agosto 01, 2024

Al final ganamos con Marruecos

  

El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara por parte de Francia, pone fin al episodio histórico del Sáhara, por epocal (todos los vientos a favor entonces: división de bloques, luchas de liberación nacional. Movimiento países no alineados...hace tiempo dejaron de existir). Francia con su ascendiente simbólico, histórico y político sobre Marruecos, era la pieza decisiva que faltaba.

Con cinco libros míos y otros editados, numerosos artículos en prensa y webs me empeñaba en defender esa soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Pese a estar absolutamente solo logré más  difusión que la imaginada, por muy distintos medios, impelido por mi hartazgo. Los amigos españoles del Polisario me motivaron, por  resultarme  totalmente deletéreos, merecedores del desprecio que producen los que  jalean, arengan, incitan, secundan (despreciando siempre el conocimiento -las Causas no las precisan-), desde las cómodas retaguardias, a que otros mueran o arrostren grandes penalidades. Sin que nada nunca les toque a ellos. Algo que se repite muchísimo. Son tan abundantes… y versátiles. Mutan, es un espécimen siempre a resguardo, aun cuando cambien  de graderío. Como los hemos visto recién y motivados por un  fanatismo químicamente puro.

El otro objetivo, este más secundario. era la reivindicación del elemento judío (e Israel) en Marruecos, que nada tiene que ver con las verbenas folclóricas en torno a la jaquetía. El reconocimiento por Estados Unidos de la integridad  territorial de Marruecos con el Sáhara, gracias  a los Acuerdos de Abraham quedaban  ampliados  a Marruecos: campo de la cooperación y  desarrollo, de intercambios y  racionalidad, respeto, convivencia y paz, controversias  sometidas a legalidad, en definitiva, progreso real y mensurable.

Campos compactos: arabistas, hispanistas y adláteres, Protesté y escribí contra un manifiesto de 2500, intelectuales hispano-marroquís, a olvidar, de hace unos años, realmente vergonzoso, absolutamente acrítico, burdo y sobre todo cobarde, genuflexo y  que no contenía un solo  párrafo objetivo y veraz, concreto y comprensible.

De esta aventura marroquí me llevo dos tipos de comportamientos (casi generales).

A) Los hispanistas marroquíes normalmente  son de izquierdas, aunque muy religiosos (enfocados a continente laico), incluso pueden llegar a ser woke potenciales, pero sólo en relación a España (pillan las brisas cálidas de sus nichos). Que en absoluto lo son con relación a Marruecos, mucho más acomodaticios y sumamente respetuosos con el orden y sistema. ¡Qué diferencias!

B) Los arabistas hispanos, viven  todo lo que proceda de Marruecos con mucha intensidad, incluso  unción, del que apartan instituciones, monarquía, tradiciones, propia cultura (muy amigos de dar lecciones y recetas) y son o eran muy comprensivos con el Polisario, aunque calladamente por aconsejarlo así, la dirección en que soplan los vientos tras el Estrecho. Gentes de grandes Causas (de otros).

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