Leyendo a Alfonso Reyes en Cabopino

Al segundo intento alcancé la libreria Teseo de Fuengirola, comprando estos dos libros. De Alfonso Reyes leí un libro, que por algún lugar estará, que me gustó mucho a pesar de no acordarme de absolutamente nada. Y ya no me olvidé de su nombre. En abril pasado me encontré varias veces con  la calle con su nombre en la Ciudad de México CDMX. Sabía de la existencia de este libro, muy grueso, luego extenso, contrario a mis preferencias. Como dijo un amigo de Eguiar aquí en Cabopino el año pasado, un libro  puede enganchar (y muy buen síntoma) abras por donde abras el libro. No me interesa gran cosa ese periodo histórico español, pero sí sus observaciones, juicios, conversaciones y demás resplandores que enciende. 

Curiosamente hablando en Mijas el otro día con Serena y Alfonso sobre libros de los que no se recuerda nada (muchos, mayoría..), que me pasa mucho, nunca releo o poquísimo, luego peor. Y yo conté de un relato, que puede ser de Patrick Süskind. El protagonista no se acordaba de los libros que leia, y decía que tras haber léido Guerra y Paz, al tiempo, lo único que alcanzaba  a recordar era que algún protagonista del libro se había divorciado.