Sigo nadando bien, cosa que no ocurre andando, la rotura/rótula de hace más de 3 años, más que el declinar general, es la mayor responsable. Las dos cosas que fui: caminante incansable y nadador empeñoso.
La libreria Teseo de Fuengirola, donde XY y yo vamos más que al centro de Marbella, es mi nutriente de libros, Lei el libro de Octavio Paz sobre ella, fui muy octaviano, he leido sobre ella más y quería leerla directamente, por lo que compré uno en la UNAM de CDMX. Valoro mucho las religiones, aunque no pueda con ellas. Y le toca otra vez a Sor Juana Inés, vamos a ver, por mucha su disidencia, que siempre mola mucho.Es un libro que me indigna (lo que se denuncia). Como jurista, lo que se alega se prueba, y en un silogismo lógico o jurídico, los hechos han de ser probados, no sirven opiniones ni estados de opinión fanatizados, virulentos y unánimes (con eso sólo se lincha), y tras razonarlos de manera categórica, se alcanzan las conclusiones. Creo que ya podré escribir sobre lo que se cuenta de Israel, poco a poco, con magnitudes numéricas, con cifras objetivas y contrastadas, conociendo muy bien los hechos, incluso pensando por uno mismo, lo contrario a la ralea de papagayos: fedayin de retaguardia.
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