Las ramas han crecido, y mucho, vistas entorpecidas. El pino mediterráneo y detrás el mar, y la buganvilla, claro
Tras comer en el Colón de Fuengirola, a Mijas a casa de Serena y Al, con Arun que ya sabe nadar, y en lugar de hacer lo propio, nos hemos dedicado a jugar con él, lanzarlo al aire, hacer que hiciera mortales, mientras unos cocteles italianos de Serena se apostaban en el borde incitadores
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