Concurrenciales, prevacacionales, celebrativos articulados

 Con Rosita que es comadrina, Eguiar con bigote para acusar latinidad seductora en el Departamento de Estado cuando regresen, y Arun, todos, que crecido está,  corean,  lo que resulta ser. XY presa de alguna extraña turbación como si algo no estuviera donde tendría que estar, sin saber bien que cosa es, en términos de mera exégesis del fotograma.

Mi hermano quiere sacar una foto a la beat generation línea recta consanguinidad, de índole familiar,  pero como hay gente detrás  nuestro que habría de salir de fondo comienza a irritarse, es de facilísimas irritaciones, como si los rasgos histeroides se solapasen sobre la trama neurótica. Va a más. Hermano- le exorto-: flexibilitas. 

-No, no puede ser-  y se dirige a los que hacen de fondo de la beat generation, y les ruega que no ultrajen la instantánea, obedecen y se sacan del inminente  fotograma, para que ocurra.                                                                        

A Elena le reprocho que no pregunte por mi.

-Pero te sigo en el blog-

-No es lo mismo, y no me diste hospitalidad en noviembre, cuando Madrid casi me mata.

La foto no recogió  el quorum sucesivo, pero sí donó presencia, tras una o dos estaciones, la autoabolida, prometiendo  visita por  navidades. 

Lo que Fuerteventura disocia y funge, Tenerife funde o unge

El de la izquierda; Fernando es un hermano de verdad de mi fake brother,  al que ya no le hacen bocadillo sus custodios auto consultores, que  le están orillando, y al parecer cada vez más desde una misma orilla, sin ser ellos todavía conscientes de diástoles y sístoles.  La caza furtiva en algún momento se extingue, es ley de vida, que es cuando se sueña  con manta sobre las rodillas, sofá y manitas calientes con pulgadas de televisión.