martes, julio 30, 2024

El Día (Tenerife): Trump y Sánchez, y las armas de fuego por medio



Conforme más sabía de Trump a raíz de postularse para presidente de EE.UU. y a medida que más le veía, mi rechazo y antipatía por él, sólo podían acrecentarse. Todo iba muy bien hasta que vi acumularse legiones de otros enemigos españoles de Trump, transidos de virtudes, ejemplaridad moral e intransigencia democrática (tipo fóbica). Es cuando no supe con quién estaba yo, lo que si tuve muy claro es que no me iba a sumar a los recitales, rosarios de la bola de nieve de progreso. De forma que pasé a ser anti Trump en mi fuero interno. Tuve todas las semanas de todos los años que estuvo, oportunidad de execrar o denigrar a Trump, en este medio. Pero ni una sola vez lo cité. Los enemigos de mis enemigos eran tanto o más enemigos, que los primeros. Escribí tan sólo cuando se fue, pero nunca antes, resistí. Ese artículo póstumo sobre Trump también lo sacó La Provincia. Al final todo es mucho más relativo, ya Octavio Paz defendía concordancias y analogías no solo en la poesía sino en el orden del mundo, arcanos que se armonizaba, oxímoros que se diluían. Después que Trump desapareciera, Pedro Sánchez ya se estaba viniendo arriba y con el tiempo vimos que era el doppelgänger, o doble malvado, del americano de pelo naranja. Les hermanaba igual frenesí por mentir, ferocidad al atacar a la prensa libre y a la Justicia, convivir con la corrupción, perpetrar la división frontal de la sociedad, inmiscuir a la propia familia en los beneficios del poder. Pero Trump dejó el estado derecho/Administración americano como lo encontró, todo lo contrario que su doppelgänger, que prácticamente lo desmantela. Ni tampoco arrasó la economía. Los mismos que se desgañitaban contra Trump eran los que se desgañitan contra las armas de fuego permitidas en Estados Unidos, que impiden sea un país aceptable. Cuando la guerra de independencia (de las Trece Colonias) de Norteamérica, las poblaciones querían mantener su autonomía, y no ser sometidas a un nuevo poder absoluto, y para ello la autodefensa era esencial, defenderse ellos mismos (milicias). Este es su origen libertario. Unos tertulianos, como buenos españoles escolásticos, conferían a la libertad de armas yanquis la condición de lacra mundial, aunque reconocían que muchas casas no se cierran con llave o que en los coches las dejen puestas. De forma que un delincuente nunca sabe que puede encontrarse allanando un domicilio. Europa está mucho más especializada en las grandes masacres: Isla Utoya (Noruega), Madrid, Londres, Bataclan, Niza, Charly Hebdo, ETA, IRA, Brigadas Rojas, Banda Baader-Meinhof. En Europa se trata ¡siempre! de imponernos un régimen sin libertad. En EE.UU. no.

No hay comentarios: