Más sofisticado es Juan Benet, aquí con Rosa Regás (monumento al sectarismo más propio: de izquierda, ayer mismo en televisión documental)
Según aleccionaba Juan Benet a Javier Marías, con que lo importante en una novela es el FRAGMENTO, la frase, el pasaje, el párrafo, que unidos a otros de similar empaque permitirían alcanzar la excelsitud literaria. Nunca en la armonía del conjunto, buscada por tantos, porque la fuerza de la irregularidad y decadencia a ratos. Que lo haremos coincidir con algo que le decía, y popularicé, a otro ingeniero de caminos, mi amigo Al, bromeando sobre allegados y relaciones.
Polos de tensión, campos de conflicto y problemática de conjunto.
Muy astuto con el fragmento, así exorcizaba la imputacion de ilegible, críptico, confuso.
La obra solo remite a ella misma, al papel, todo está dentro de cada frase, una cuestión de planos, presiones, resistencia de materiales y fricciones. De sintaxis alardeada festivalera.
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