sábado, marzo 02, 2024

Mis méritos de Athleticzale del Bilbao, hasta mi ciaboga de 180 grados, y agur, Ben-Hur. Y propio escarnio

                                

Como tengo un post en espera anti Athletic, quiero dar cuenta antes, de que no soy alguien que pasaba por allí, y sucumbió a la ojeriza, icnoclastia o contumacia herética

.- de niño mi padre fue a alguna final de copa y se vivió familiarmente la sacralidad del equipo, la ciudad, con bilbainidad

.- creo que fui capaz de recitar al menos 2 o 3 alineaciones del Athletic, con sus transiciones

Mis tios, mis primos, la mayoria de mis amigos eran socios del Athletic. Mis amigos llevaban siempre todos bocadillo de chorizo, y bota de vino (el estadio) que era la más carismática logística de las expediciones

- de niño y adolescente fui a partidos a San Mamés, la Catedral, vi como poco a dos equipos extranjeros, pudiera ser uno el  Ferencvaros

- mi padre fue socio también en tribuna con mis tios, lo que pasa que al él no le gustaba el fútbol, y le dió el carne  a un primo -

- Con ese carné intenté entrar y me lo quitaron (foto distinta)

.- En los 90  fui con XY y amigos a un partido nocturno en San Mamés

- Mi hijo, canario aunque verneante en las costa vasca, fue un fanático del Athletic, que conservaba mi entrada al estadio Insular de Las Palmas donde  consiguió  el título de liga de 1984. La colcha de la cama también era rojiblanca, con escudos, y más cosas

- Fui la estadio de Tenerife con mi jhijo a ver jugar al Athletic, rodeados de chicharreros  y al Hotel Mencey a saludar a Julen Guerrero y demás

- Conozco las instalaciones de Lezama y llevé a mi hijo.

-Pisamos, y no besamos, el cesped del antiguo San Mamés, la Catedral,  y visitamos detalladamente la sede del Athletic: el palacio de IbaiGane, aquí abajo

Cómo voluntariamente afronté mi propio escarnio. Tras le triunfo en el estadio Insular de Las Palmas del Athletic (1984) y a la vez la pérdida del partido del Real Madrid en Valencia, el Athletic se proclamó vencedor de la Liga aquella. A mí me habían llamado unos amigos de Bilbao y sacado el ticket.

Fui yo quien enarboló enfebrecido, durante un tramo no menor, una ikurriña dirigiendo a una multitud bilbaina hasta el Hotel de nombre de reina, de la Playa de las Canteras donde se hospedaba el equipo. Hace ya bastantes  años, para escarnecerme un amigo me recordó el lance, que debería ocultar si conociera la vergüenza,

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