martes, marzo 19, 2024

El Día (Tenerife): 'Perroflautismo' contemplativo y neomedievalismo


‘Perroflautismo’ contemplativo y neomedievalismo / EL DÍA

El hallazgo de esta modalidad de perroflautismo es obra del parlamentario popular catalán, Alejandro Fernández, en sede de reuniones del cada vez más Condado de Barcelona o carolingia Marca Hispánica. El parlamentario popular interpeló al presidente Aragonés (de acendrada prosapia franquista), por la parálisis total ante todo tipo de proyecciones económicas, industriales, agrarias, aeroportuarias (el Prat), de ocio (Hard Rock), viaria (4º enlace), turismo (¡stop!). Del bolchevismo desarrollista e industrializador, implacable con la naturaleza, de si algún monte o río se interponía en el camino se erradicaban los dos, la izquierda ha pasado al modelo del huerto de abadía cisterciense y el cultivo de las hermanas cebollas y hermanos tomates. El conjunto del ‘perroflautismo’ catalán, con sus tribus de okupas, agraristas, quietistas, contemplativos, climáticos, herbívoros, pedestres, espiritualistas, terroristas e incendiarios por urgencia histórica, entroncan con el sesgo historicista que ofrecen los esenios (Jesús de Nazaret), antes, cínicos de Diógenes, cátaros, amish y miles de sectas abonadas a la pobreza, el ayuno, la quietud. O ya su culmen del pobrismo marxistoide. Regresivos (de progreso) al estado de naturaleza anterior a la Caída, que es la inocencia del Paraíso perdido. Cataluña es el Montsegur cátaro y reino de las utopías distópicas, como fue la Dinamarca del Sur.

Tampoco es un fenómeno reñido con los latidos definitorios de esta época. Con la pujante infantilización de la sociedad, en que todos los deseos, caprichos, consideraciones sobre uno mismo, han de verse satisfechas, hasta ahora el individuo trataba de amoldarse a la sociedad, ahora es la sociedad la que ha de hacerlo. Al individuo niño, que pide respeto y estatus de muy sensible. La izquierda, históricamente, había defendido sacrificio y sociedad, con Estado que la troquelara. Las políticas de izquierda no son más que como ellos mismos dicen, ampliar derechos, tablas de derechos que han de buscarse con linterna: nuevos derechos, en cuanto productividad/lanzamiento de ellos, que no derechos productivos. En los sucesivos desplazamientos de la lucha de clases y correlaciones de fuerza con el enemigo; proletarios/capitalistas, mujeres/hombres más mujeres no tuteladas, se nos escapa la última correlación, la de derechos/obligaciones. Las obligaciones serían explotadoras, machistas, capitalistas, muy repugnantes. Tan lejos hemos llegado que es el propio Gobierno nihilista, el que da ejemplo de que obligaciones y deberes, han de ser extirpados. El gobierno llega a extremos insólitos en esta tarea anarcoide disolvente. Ya no le queda ninguna obligación, que afecta a la misma comunicación propia de cualquiera comunidad de homínidos. No contesta a las preguntas taxativas de la oposición para control –constitucional– del gobierno, oscurantismo de embustero y emboscado en una urna matrimonial de autocracia corrupta, en línea de los Kirchner, Ortega, y los Sánchez.

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