Arreglos de armarios y estas presencias, unos pocos años antes de incardinarnos. Con bigote, sí.
Supe hace más de 40 años, cuando recogí este pasquín del suelo o del parabrisas de algún coche (indultado) en La Laguna, que nunca me desprendería de él, como así he cumplido. Me sigue pareciendo genial. Yo venía de otras acritudes, actitudes y praxis, y más que de apremios, de consumaciones o lanzamientos.
No me pude dar por aludido, yo no era godo, sino vascon-godo.
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