Reportaje de Nochevieja, y Feliz Año, carajo

la andalucización del giardino bombilleado (neologismo oportunista de estos días) redime esta noche  de la escasez de efectivos, cuando toda la extranjería existente se redujo a la familia. Solo un pasaporte norteamericano sin el español. Algún desplazado acusó aburrimiento desde la lejanía.

a mi hermano hay que insistirle un fracción infinitesimal de nano segundo para que venga, y ya lo tienes al lado,

- ¿qué pasa, que no traes nada?

- Ahora voy

-¿a ver dónde vas? 

- Al Gourmet del Corte Inglés- Y trae una botella de vino.

- ¿Vino baratija o noble?- le inquiero

-Noble

- ¿3 dollars?

-Más de 20

sabe que es familia, fake brother,  y dispuso menú,  algo que yo rechazo, queso mucho, pan mucho y solomillo mucho que es lo que le da de sí su paladar. Todo para él 

Siempre escalamos a la última azotea de la otra casa al lado, es nuestro clásico cambio de año. Como se ve dominamos toda la bahía, todos los fuegos, los trasatlánticos allende el puerto  con toda su iluminotecnia y la alegria del pasaje y la tripulación joven.  

Pareja

Grupo

5 servicios, una sola mesa,  una contracción en el dispendio de años anteriores, menos mal que luego vinieron amigos de perfil itinerante y alguno depredador.

Último nivel de la  azotea, la ciudad bulle abajo, el frío asola arriba, era como hacer cumbre en el Teide. El champú es nuestro anorak de plumas