Después de un viaje homérico ayer fuimos tras los cerezos en flor a un lado del Mall, cerca del nuevo Washington de la marina, en las inmediaciones del memorial de Jefferson. La flor de los cerezos tienen una vida efímera, explosionan y se extinguen, asistimos al final del proceso vertiginoso.
A mi me emociona y me conmueve más Thomas Jefferson que el mundo natural efímero: floración y extinción casi inmediata. Los cerezos mansamente se iban desvaneciendo de las ramas para caer al lago. El habitual turismo interior (american) en DC acudía a contemplar esa pirotecnia primaveral,
Los japoneses regalaron a los washingtonianos miles de cerezos y bien que relucen
Llegamos el lunes al Dulles, el aeropuerto internacional, lunes que seguía siendo tras un viaje de 3 horas Tenerife Madrid y 9 Madrid Washington. Pasar la aduana duró como siempre lo suyo para luego comprobar que mi maleta no estaba.Aquí la broma nos salió casi medio billete de avión, en plena marina en un local con cosas españolas, más controlable creímos.
Fue totalmente involuntario, ya que pedimos sandwich, como si fuéramos locales con cena familiar después a la luz natural. El vino. Pero los camareros eran latinos y negros,
El primero resultó salvadoreño, lo que ansiabanñ
- Y Bukele?
-Muy bien
Tienes amigos o familiares entre las maras? - proseguí
- no, no tengo
ya que nos habían masacrado económicamente aprovechamos para hacer amigos, con la suerte de que la metre Esmeralda (mexican) estaba por la misma labor. y nos intercambiamos unas breves sinopsis biográficas. Es el español más bonito y divertido, con el final fraterno del típico besuqueo hispano. Al no tener maleta, tengo la indumentaria algo repetida, mi nuera desde el aeropuerto me procuró unos básicos por internet y mi hijo alguna sudadera igual a la que traje, así no desentono,
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