Sabela, Gotzon, Erika y llamada del fugado, huido, desertor

Nueva invitación de Sabela a su ático sobre el Parlamento canario. Esta vez con 

 Gotzon y Erika. Los pocos amigos vascos que hice en Canarias, los he conservado más de 40 años, nos hemos visto de pascuas a ramos, cuando  convocados,  generalmente para actos artísticos. No era la clásica  peñita de vasquitos para comer bacalao o ir a ver a los equipos vascongados cuando vinieran. Y un factor moral, pasaban de la política, cosa que no me ocurría en el País vasco.

 Gotzon es también bilbaíno, de la misma quinta y parecida genealogía familiar,  ahora recuerdo que nos conocimos  los padres en Tenerife, como los amigos  se hacían un poco de la familia. La tercera generación: él y hermanas son gente muy curiosa, ocuparon Navarra, la próxima a Pirineos, fue una comunidad hippie que  sacudida  de todo folklorismo mantuvo su esencia para convertirse en emprendedores del valor añadido: su pan, queso, productos ganaderos y de la huerta son ecológicos y venden como en Washington: a  la elites gastrosóficas.

Gotzon, Erika, y pronto su hija keniata, me leen mis columnas, la buscan los martes.

A Gotzon en la presenta de Julio le regalé mi libro De Bilbao a Bilbao, 40 años después

¿Has hojeado mi libro?

- Voy por la mitad

-Que tal

- Me hace gracia- es justo lo que pretendo o, si no, más con las columnas, deconstruir, socavar, impugnar, erosionar, cercenar,  invalidar, y que construyan, sean sabios y proyectistas, otros: Los más pesados.  Me llama en el ático de  Savela mi nuevo amigo cubano, ex director del Instituto Cubano de cine, el de la película del Sáhara, muy divertido, liberal, desprejuiciado, cachondo. Es un huido, desertor, fugado de la dictadura, no una lapa rocosa adherida a dogmas, mortuoria y cobarde, babosa e inútil.