domingo, abril 09, 2023

Recuento sabatino en Washington, el inevitable trazo cosmopolitano

Para la cena con invitados  fuimos a un supermercado a proveernos de viandas de fiesta.
El supermercado estaba en (por) la Howard University, la primera universidad negra de EEUU (1865).
Walter Benjamin de flâneur  que visitaba Les Halles de Paris, no iría  ahora a los mercados, transformados en puestos de souvenirs, de despacho de productos bruñidos y ornamentales, y otros tipismos como los bares que los anillan  como reclamos turísticos.  Se pretende pasar por natural y cotidiano lo más artificioso, la construcción de vecindad ajena al turismo, cuando de hecho son sus decoraciones de estudio.
Así como el lugar más  turístico de las ciudades son los mercados  tradicionales en paridad con algunas catedrales, su antítesis son los supermercados.
Captar el pulso de la vida de sus habitantes,  el final del tiempo social y de trabajo con la provisión  de la cena, o producto de  urgencia, para hacer comparecer las soledades, parejas mixtas, homosexuales, el tipo de comida, capacidad de gasto, y gustos íntimos, son actos muy privados, no a compartir ni exhibir.
En ellos está la sustancia de la vida actual.
                                           
es tal la intimidad que se muestra en los supermercados,  lo que supone de acto de individualidad, cuyo  prosaísmo y privacidad lo blinda  a la mirada ajena. En ellos respiran la nación o país.
Es tal la conformación de intimidad de esos actos debido a su necesidad primaria no mediada, que nadie fotografía en un supermercado. Yo ni me atreví.
Si los mercados son campos de exhibiciones cruzadas, de extraversión, es espacio público, comunicación, elusión del yo, y catedrales  turísticas recientes que pugnan por ser fotografiados con estadios de fútbol y museos. En los supermercados las fotos no proceden no solo por indecorosas, sino porque constituirían verdaderas violaciones de los momentos más íntimos reservados a uno, la anticipación y  transición a la vida más privada y personal, hogareña.



Un verdadero placer encontrarme con Lucas y María nuevamente . En este país de emigrantes sucesivos resulta muy  estimulante conocer la ascendencia, y mezclas de nacionalidades y etnias,
Más si son profesionales de éxito, con vidas de sucesivos diseños que ellos mismos han ido ido construyendo lejos de sus paisajes naturales o mentales de confort, de idiomas hablados, viajes incesantes, apertura de contactos
Cómo no referirme a la deslumbrante periodista mejicana del Washington Post, en Washington, uno de nuestros brindis de ayer  fue VIVA MEXICO CABRONES
Me va a mandar un reportaje que hizo para Letras Libres a unos españoles musulmanes de Granada que intentaron sumarse al Ejército Zapatista -fue a Granada para entrevistarles- El comandante Marcos  los rechazó, igual pensó, estos españoles primero vienen con el cristianismo y ahora  con el islam... El caso es que se quedaron en Chiapas haciendo proselitismo

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