domingo, septiembre 11, 2022

Mi intrusismo en la pintura, el tasador y el cuadro de Ibarrola

A la vista el cuadro de Ibarrola y el reloj de pared art decó; se mudaron de Getxo (casa de mis padres) a Washington. A todos les hubiera gustado ese viaje intercontinental. Un cuadrito regalo de Carlos Gaviño fue de nuestra  casa de Tenerife también a Washington.
Esta colección  la tiene Carlos Gaviño y por él supe que figuro, teniendo en cuenta que son 5 tomos de pintores vascos, cualquiera que hiciera una exposición de acuarelas en un  bar o de caricaturas   en un corredor de instituto, ya estaba meritado para figurar.
El  tasador cuando vino a nuestro piso franco de Las Arenas 
-Getxo, vio 2 cuadros míos que están en contra de mi voluntad, le dije que los quise quemar. A lo que comentó  que eso es entender de arte: valorar la mediocridad de lo que uno hace, con lo que no podía estar más de acuerdo. Que él empezó a estudiar Bellas Artes, también se percibió sin  punch, lo dejó y se pasó a Historia de Arte y ahora es galerista muy importante de Bilbao y tasador. Hay cada perseverante...
Aunque hice muy pocos cuadros que se salvan de la maldad, éste es el de mayor rango alcanzado, ya que figura ahora en la Presidencia del Gobierno de Canarias, alguna vez hay alguien que se ha  fijado en mi firma y me preguntan si es mío. Años 80. El mérito vuelve a ser de Carlos Gaviño, ya que se compraron siendo presidente del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y antes de que yo fuera Secretario General (12 años)... por cooptación.

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