-Jose María, yo no te he censurado nada.
-Sí me has censurado, entra en tu muro
- Bueno, veo que no están tus entradas
-Ah, claro, porque me las has quitado, las dos
- Me tienes que creer, yo no he sido y no te he quitado nada
- No están, el ordenador carece de voluntad, luego has sido tú
- Me has de creer, no sé siquiera cómo lo puedes pensar
- ¿Cómo? si han desaprecido mis entradas de tu muro, habrás sido tú, qué quieres que piense: ¿que he sido yo?
-Qué no te he quitado yo, además que barbaridad el título de tu post: Me censura, borra, Pablo Martín Carbajal. El bloque polisario se moviliza
- Pues sí, lo será, pero está logrado
Al parecer fue alguien que calificaba el libro de investigación seria y contrastada una obra de ficción, de ideas hueras pero muy rotuladas, estos propensos a las grandes causas épicas, que a ellos siempre les han faltado, fue la que se borró y me borró, yo le apostillaba y carentes de argumentos para variar, se quitan de enmedio, aunque eran 2 mis entradas, que había copiado, y colocado también en otro.
-O sea que yo pierdo mis dos entradas de tu muro y borro mi post y muro- le digo
-Yo no puedo reponerlas, vuélvelas a hacer-
- No, en el largo post que he colgado no me ha salido la ironía y beligerancia, perspectiva despectiva de ayer, y fue tan bueno que por eso me lo borró- ¿No me negarás que el post estaba muy bien, contundente, provocador, agresivo? Piensa que no fuera contra tí, ¿a que es muy bueno?
-Pero si me estás llamando un hijo de puta que censura
-Pues piensa que no eres tú y lo verás con objetividad, lo bien que ha quedado.
Pablo me va a regalar su libro de Dakar, que el otro día me prometió, y yo creo que utlizaré, no de Pablo, sino de otros sus intervenciones muy inspiradoras y que encajan en un sexto libro sobre el Sáhara que me traigo entre manos y va saliendo.
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