martes, mayo 31, 2022
Reportaje 3: Vino Abdelkader Chaui y mi hermano en su cénit simbólico (El perro)
lunes, mayo 30, 2022
Reportaje 1: "presenta"; reportaje 2: por la cote basque, France
sábado, mayo 28, 2022
Ex de Exteriores, González Laya: acoger al GALI por SER CIUDADANO ESPAÑOL
viernes, mayo 27, 2022
Yo en Getxo con gildas y tú en Ciudad Real sin ellas pero con otras de pensar fluido
jueves, mayo 26, 2022
Literatura marroquí de expresión española: Sergio Barce
Sabía de Sergio Barce, había leído El nadador, un relato que me hizo columbrar la inapelable calidad del autor, pero ahora he descubierto al escritor en Una puerta pintada de azul. Antes, pensaba que estaría compartiendo en alguna medida, aunque de Larrache, estímulos del grupo de españoles de Tánger que hacen una literatura de ensalzamiento de la ciudad, una literatura al servicio de Tánger, militarizada. Barce nos libera de todo mensaje restitutivo del colonialismo internacional de Tánger, colonialismo a fin de cuentas también, no hay ninguna reparación que hacer, al menos literariamente, porque la socavaría, tan evidente como que no hay ningún apetito redentor, ni ideologización que valga, él está por la literatura, un fin en sí mismo. Entre otras cosas porque puede hacerlo, sabe cómo, su impulso y necesidad provienen de la literatura, están en el texto y habitan en la narración, no te saca de aquél con referencias históricas, ideológicas, entusiasmos personales o grupales. Él vive en la literatura dentro, en esencia, ni es accidente ni medio, sino fin. Que es cuando la literatura no nos asoma a nada sino que nos invade y posee, nos ha metido dentro y solo asistimos a ella como únicos y afortunados espectadores de primera fila.
Desde el punto de vista cultural y literario, que no de nacionalidad. Sergio Barce debe incluirse, y es inexcusable, en la literatura marroquí de expresión española, él nació y vivió marroquí, en versión multicultural, imbricada, encabalgada, unísona aunque híbrida, por eso escribe como marroquí y no hace falta ser representativo de nada ni nadie para poder serlo, y de paso abanderar su carácter mestizo y convergente con aquella literatura. No parece que haya ningún riesgo para que otros se puedan incorporar, si es que ocurre, que no parece vaya a ser posible. Él predica con el ejemplo, su mundo no puede ser más intercultural, no formula horribles mensajes con torsiones casi circenses de aproximación al mundo marroquí, sino que emana de su vida primera, su mundo inmediato de niño, su locus pegado al Lucus.
Sus años de
formación fueron en Marruecos, años de formación y después de alguna forma de bildungsroman
que deviene por ser aquellos, fuente y río de extracción literaria, que talló
su sensibilidad y de la que surgen esas estampas marroquíes henchidas de vida propia, que no precisan en absoluto de pasaporte.
martes, mayo 24, 2022
SE PRESENTA EN GETXO LA OBRA "DE BILBAO A BILBAO, 40 AÑOS DESPUÉS" DE JOSÉ MARÍA LIZUNDIA
Hoy nos hacemos eco de la obra "De Bilbao a Bilbao, 40 años después" de José María Lizundia, editada por Editorial Alhulia, que se presentará esta semana en Getxo.
»Forzosamente queda confrontado con su época de juventud, como regresado de una vocación intermitente. Tampoco sale bien parada su generación, cuyos procesos políticos inaugurales resultaron todos nulos, salvo el más perverso y peligroso».
Damos las gracias a José María Lizundia por compartir con nosotros esta noticia y le deseamos lo mejor con esta obra y en la presentación del sábado.
Artículo de hoy en El Día
domingo, mayo 22, 2022
Desde la otra orilla, la bocina del barco nocturno ría arriba
sábado, mayo 21, 2022
Ni fotogénesis ni fotosíntesis: fotoviernes epicúreo, reportaje
jueves, mayo 19, 2022
Cada vez mis libros más filamentosos (83 pág.), y eso con el prólogo de Randa Jebrouni
miércoles, mayo 18, 2022
Bachir Edkhil: tras el primer intercambio de ideas, nos reconocimos
Esto escribe Bachir de mí, como para no quererlo
martes, mayo 17, 2022
Mi artículo de hoy en El Día: El grupo queer y transfeminismo: Paul B. Preciado
Supe de la existencia de Beatriz Preciado, antes de ser Paul B. Preciado, por una entrevista que le hizo Fernando Sánchez Dragó con ocasión de la publicación de un libro, que rápidamente compré. Beatriz Preciado nació mujer en Burgos de familia de clase media, así como no se encontraba en el cuerpo de mujer, tampoco veía al hombre sin cierta aprensión y desagrado, administrándose testosterona se asimiló a ellos. Tampoco quería ser hombre y lo que la obsesionaba era buscar una salida de vida individualizada. En el fragor de esa batalla personal, de formación filosófica, es reclamada por Derrida y es referente fundacional de la Teoría queer, más tarde se doctora por la universidad de Princeton, lo que según ella le confiere cierta respetabilidad. Recluida en la jaula Trans, marcado por la taxonomía legal, médica, psicoanalítica, de psicótica y disfórico de género, obviamente no es esa la salida que busca. Mientras el feminismo de izquierda tradicional, siempre ha partido de la diferenciación sexual, el feminismo gubernamental, del grupúsculo del Ministerio de Igualdad lo hace como mercadillo de género para adolescentes que se les hace cuesta arriba serlo. Pero debe dejarse anotado que realmente hay personas a las que la naturaleza (no la Cultura) les ha jugado una mala pasada, porque efectivamente su cuerpo no se corresponde con sus sentimientos e identificaciones. Que la propia naturaleza haya impuesto indeterminaciones y mezclas no puede servir para decir que nacemos en cuerpo equivocado, por veces que pueda ocurrir. El último libro publicado por Paul B. Preciado se titula Yo soy el monstruo que os habla, de subtítulo Informe para una academia de psicoanalistas, es la conferencia que no pudo terminar al soliviantar a 3.500 psicoanalistas y psiquiatras que asistían. Preciado llega a hablar de un nuevo fenotipo femenino y el alumbramiento de nuevas genealogías, que aún desconocemos. De su maestro Derrida adopta la deconstrucción del género, el sexo y la sexualidad; de Foucault el cuerpo transgredido y vulnerado. No sabemos de quien (o sí) el heteropatriarcado colonial. De colonialismo propiamente hay dos siglos, no está EE.UU. que sería imperialistas y anticolonialista. Si el heteropatriarcado es sustancia, el colonialismo es un accidente, pero hay que sumar sujetos a la revolución. Judith Butler y Preciado disuelven el régimen del género binario, han eliminado todas las fronteras, flotar sin posarse, transmigrar, una aspiración solo al alcance de diosas. La biología y la ciencia: hombres blancos. Sus experiencias vital e intelectualmente drásticas, no pueden como casos personales extrapolarse al conjunto de la raza humana, la típica tentación revolucionaria totalitaria: representar a todos. Entretanto, Irene Montero: menstruación ardua pero normativa. Otra peli.