El domingo a la tarde ya
pensaba que vería a Ahmed al día siguiente, el marroquí que cuida el parking de debajo el
puente. ¿Por qué pensaba en él?, supongo que porque la semana no ofrecía mucho de que pensar. Lo único novedoso. Está oscureciendo cuando llego y me ayuda a aparcar. Cuando termino le grito ¡Ait
Bamhran!, se ríe y me responde ¡Ait Bamhran!, sí, sí de Sidi Ifni prosigue y ríe más.
-¿Eres abogado?- me pregunta
- Sí ¿por qué lo sabe?
-Por la pinta- ¡Dios mío!
- Adiós Ahmed M… - y
le pongo el apellido del cónsul en Canarias (al que conoce), y suelta una
carcajada.
Al mediodía estuvimos mi hermano
y yo con Yael en el Atlantic City. Sí, sí donde nos conocimos todos, le
dice mi hermano, quien ya ha comprado nuestros
tikets para Bilbao para su conferencia (muy bien pagada) del 9 de diciembre. Yael viene
a la noche a la Noria. Fer y yo hablamos con el joven dueño del local que
nos cuenta de sus estadías en Inglaterra y USA, y yo le digo que eso no es nada, que nuestros niños viven en
Washington y Detroit. Fer de regreso a la mesa da cuenta de los comentarios que
acabo de hacer. Si vamos de niños, vamos de niños, les aclaro. Como aquel
chiste de los vascos que van a por setas y uno se encuentra un rolex y grita un
¡rolex!, y el otro le contesta: a qué
estamos ¿a setas o a rolex?
El sábado a la tarde, un correo, “estoy saliendo del hotel, a las 9 (hora de ustedes) llegaré a
Washington y llamo”.
- Contá de México, pinche.
- Tú estarías todo el rato riéndote.
Aunque ahora se refiere a DFectuoso son todos elogios.
-Has estado en Polanco?
-No he salido de Polanco, salvo para ir a un Ministerio.
Tienen que ir, es una maravilla. Todo es una maravilla. Cuan güey (suponiendo que sea como guay) esta vez.
Resulta que el Organismo internacional puso a disposición del gobierno una cantidad de millones y se ha
gastado muy poco. Han de hacer el resumen de la ayuda, que redacta E. Pone un
solo apellido de los asistentes, “pero quieren
dos a lo que hay que sumar los tres
nombres que tienen ¿Y ustedes? nos dicen
(a los del organismo), nosotros no, con
uno estamos servidos”. Yo en cambio
hubiera aprovechado para meter mis 16 apellidos vascos. A ver si le regalo uno
o dos a mi hermano, que seguro le gustaría, y otro a Kamenev, guía de Bilbao.
La redacción del documento que corre a cargo de E se hace en
español de España, le apostillan giros y
E acepta todas las precisiones, se ha tardado una hora en copiar un documento. Me dice: “Tú te hubieras ido, habrías roto
relaciones diplomáticas…”
E está también de editor del organismo y le pregunto por su
labor.
-Tú y tus compulsiones, esa es la última de mis preocupaciones. Eres el único
que le da importancia, lo sepas.
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