sábado, abril 12, 2025

El amor farsante de mi hermano con la falsa musulmana

-¡Que tal la musulmana?- ha pasado una semana o días, vuelvo a preguntar a mi hermano. Ella no es musulmana, aunque ya todos han convenido en llamarle "la musulmana", hasta en grupos que no conozco, todo obra mía. Su único nexo es la relación histórica de su país por mor del Imperio Otomano con la Sublime Puerta, a orillas del Mar Negro
- Te  pido que no escarbes en la herida.
- ¿Qué herida, farsante?, a mí no me vengas otra vez  con esos cuentos- se queda mudo y aquiescente, ni trata de disimular. 

Al parecer ella cortó radicalmente toda relación, cirugía de campaña, no hubo proceso, deterioro, quedaremos como amigos. Nada. 
Desde hace muchos años y ahora por primera vez lo haré publico. Siempre  que le llamó lo hago con un preámbulo  con este introito, pasen los días, semanas, meses, años bisiestos o no bisiestos, muchos años, que es
"Shalom, dónde podrías no estar y por qué motivación muy  estrictamente muy personal" Siempre, y solo contesta a la primera parte sin entender todavía  que  es no estar y no estar.  Y muchas veces apenas se extiende mucho más nuestra conversata
Infatigable fedayin,  mi primera pregunta es la misma, no fueran a quedar rescoldos -¡el amor es tan ingnífero y abrasador...!- ¿Qué sabemos de la musulmana?
-Nada
- Ni una llamada de cortesía, un "qué es de tu vida, ex-amor"
-Nada
-Pues no te amaba, seguramente buscaría sexo, quiero decir contigo
                 
-En la calle Nokia se dice que habrá sido muy duro para ti, figúrate-
Y me contesta, con capas de cinismo, por  bien frotadas, desprendidas esta vez
- Si ha sido una liberación...
-Oye hermano, podría ocurrir que cuando ibais la musulmana y tú a tomar algo a un bar terminara pagando el camarero...
-Sí, a veces

 

No hay comentarios: