Casi todos los comentaristas de Vargas Llosa, tras su muerte, tenían un de su preferencia, habían elegido uno de los muchos que han debido de tener en cuenta. Un autor muy conocido y casi estudiado, a la vista está. Sin embargo, uno, no se perdía sus ensayos, incluido Un bárbaro en París. Casualmente, unos días antes de que falleciera salían en los reels de mi móvil unas declaraciones de Vargas Llosa afirmando rotundo que García Márquez no era un intelectual, que tenía grandes virtudes, pero no esa. No era una excepción, el talento y grandes dotes, lecturas y bibliotecas no comportan el estatus de intelectual: un pensamiento propio sustentado en argumentos y conocimientos teóricos de autores; al margen de ellos se puede ser culto, erudito, ilustrado. Con el libro que conocí realmente la potencia intelectual de Vargas Llosa fue La llamada de la tribu. Tras su desengaño del castrismo, y por filiación de la izquierda, con travesía del desierto inevitable fue descubriendo el pensamiento liberal, que no conservador, que nuestra izquierda ultra no distingue aún (, creo). Me sorprendió el estudio y rigor en el conocimiento de los siguientes autores (que es deber citarlos): Adam Smith, Ortega y Gasset, Hayek, Popper (30 años estudiándolo), Aron, Isaiah Berlin y Revel. Desde luego, no escribía de oídas, sino que demostraba un conocimiento exhaustivo de cada uno ellos, no exagero diciendo que parece que toda la bibliografía esencial había sido estudiada y revisada, incluso en otros idiomas. El disciplinado, metódico y novelista consagrado a la tarea de escribir, también lo empleó en leer y estudiar, aunque todos, incluido él, sólo sobrentendieran la dedicación a la ficción literaria.
De «sastrecillo valiente», que reconocía el propio escritor, era motejado entre sus amigos por su encendido culto a Sartre, aunque no aparezca en el listado de los grandes autores liberales. sucumbió narcotizado a los totalitarismos, incluida la violencia. Vargas Llosa terminó reprobándolo y descubriendo a Camus (otro más). El libro no es un estudio o notas académicas, ni una divulgación selectiva de los valores que los asocian, es un libro en que no solo conviene, discrepa, puntúa y relata algunos encuentros personales, salpicados por anécdotas, para examinar con profundidad crítica sus teorías. Todo lo hace con ese pulso literario común a la ficción, ensayo o periodismo, que subyuga. ¿Por qué la libertad (con Estado)? Porque de forma natural y libre surgen el libre comercio, intercambios, propiedad privada, libertad de acción y pensamiento, contratos y legalidad. Sin imposición de una mente muy resolutoria como iluminada por una verdad divina. Como resumió Escohotado: Atenas contra Esparta.
https://www.eldia.es/opinion/2025/04/22/vargas-llosa-faltado-sola-novelas-116591996.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario