miércoles, febrero 01, 2023

Una holgazanería de efectos perversos

Siempre presumo de vago, ocioso y de ente (no del "ser del ente" heiddegeriano, sino solo ente), lo mismo ante los que saben que escribo en prensa, tengo este blog para mi prosaico transcurrir  y difusa vida, saco libros míos y de otros, como los que no saben,  lo que no hace apearme del primer dictum
-¿Pero algo harás...?
-No, no trabajo y no hago nada.
- Todo el mundo hace algo y  no vas a ser tú la excepción
- Bueno, sí, los sábados Mercadona y miércoles o jueves según abastecimiento de cervezas y esas urgencias, al Spar. 
-¿Y el trato con tu sector laboral en el que te haces amigos?
- Sólo los lunes- que aquí se ve el último, a los no profesionales de la hostelería,  por eso  no se ven a Monique,  inglés, Rafa, Heidy, que sí lo son.
Yo entraba en el bar de enfrente, que ahora tenemos enfilado, dando besos a diestro y siniestro como si fuera un cantante. 
Antedicho lo que figura ut supra que ponía en demandas  y escritos judiciales, es cierto que ese mismo  ser de/en ociosidad y sobre todo la edad invernal (siempre así expresado y siempre  a su autor citando: Paul Auster), me compelen, solo aparentamente, al efecto perverso y revocación ontológica
Espero con ansía mi libro último  (pasado mañana) "Los sucesivos vetos.." gracias al cual me he explicado -un libro escrito para mí (personalmente)- cosas de  los españoles con relación a Marruecos. A veces es de mayor significación la omisión o abstención que lo declarado (tantas veces untuoso y falso).
Y estoy terminando de corregir mi libro del Sáhara, ya no cuentan los anteriores. Me faltaba el basilar. No  por ello hace disminuir mi sentimiento de ociosidad, porque las cosas salen cuando han de salir, para lo que es fundamental no hacer nada.

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