martes, febrero 21, 2023

El Día: País sanitario y goyesco: garrotazos a la Seguridad Social (y original)



País sanitario y goyesco: garrotazos a la Seguridad Social

Unos días antes de la celebración de los Premios Goya comentó el actor Antonio Resines  que no conocía a nadie que estuviera en  contra de la sanidad pública, ergo  los márgenes para acuerdos y colaboración estaban abiertos. Resines, el librepensador del séptimo arte español. Como diría Enrique Krauze pertenece a un sector  con una considerable unanimidad en  “atmósfera de ideas y creencias” (progres), con consignas que varían pero siempre son político mitineras. No son meras brisas ideológicas. El narcisismo exhibicionista y ególatra de los astros/estrellas de la gran pantalla, de esa sucursal provinciana de los Oscar les hace acentuar el gracejo percusionista  persuadidos de que su pensamiento sindicalizado es influyente. Parece ser, por lo que hasta ellos mismo reconocen se da cierta renuencia al cine español por esos actos. No lo relacionan con que a la gente no le gusta ser tratada como párvulos ni se respete sus ideas. Memorizan guiones, pero no interiorizan el pluralismo democrático. Desde los Oscar patrios se permitió convocar a la manifestación por la sanidad pública del día siguiente en Madrid,

Una manifestación de 250.000 personas,  aunque fueran mucho menos, era una manifestación por la sanidad pública, que los de feliz anclaje en la privada como Almodóvar siempre la suponen tan mal como desean que esté. Hay que cargarse, no arreglar, lo que no colonizan.  La izquierda pasmada no tiene más propuestas que las escalofriantes de Igualdad. Qué  es lo que podría pasar entonces si la sanidad pública quebrase, cerrara servicios, no dispensara medicamentos caros, suprimiese quirófanos, citas a dos años, se desmantelara de verdad. Por coherencia, proporción, lógica interna: matanzas. La izquierda no puede con Ayuso, perfectamente carismática según modelo weberiano, no como el doctor Sánchez que sigue a sus acólitos (los únicos que le aplauden) en videos propagandísticos, fake su entera persona, arrogante, mentirosa, antipática e impopular.

En la Sanidad está todo registrado: asistencias, citas, operaciones, rankings de servicios y hospitales en España, Europa. En Sanidad todo está objetivado y susceptible de comparaciones. Tanta gente para tan poco dato, con lo fácil que era. Espectáculo, demagogia y entusiasta politización.

Los garrotazos -lo en verdad goyesco-, sabiamente omitidos, son los propinados a la Seguridad social: pensiones, invalideces, viudedades, orfandades, ayudas todas ellas para poder comer, denuncias sin tramitar,  teléfonos sin coger, colas para citas no culminadas,  impotencia extrema, valladares insuperables para ser atendido. La deuda de la Seguridad social también bate récords:   el  200%  (dato objetivo). Llegará el momento que el dinero público, ya sin más créditos,  vaya a amortizaciones e intereses que devolver. Cómo se puede estar haciendo  tanto por la sanidad pública y prestaciones del futuro.


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