miércoles, febrero 22, 2023

Reportaje Guggenheim de progenitores biparentales heteros blancos: Nos azotamos

A la izquierda de la foto una pieza de Chillida de alabastro con limpias oquedades, que suponían un adelanto-ensayo de vacío de la montaña en Tindaya, frustrada por el cosmopolitismo naturista canario, como inmovilidad metafísica
El cuadro es de Clifford Still, Una sala está dedicada al expresionismo abstracto, grandes piezas de los más destacados, a uno cada uno, como el susodicho
El cuadro es de otro grande, Roy Liechtenstein,  y el de la foto un intruso o enfermo de notoriedad, igual porque al lado estaba Andy Warhol (cuadro)
Esta pieza maestra es una conocida de  De Kooning y al fondo otro grandioso Mark Rothko
La mejor sala la de Francesco Clemente prestigioso miembro de lo que fue la Transvanguardia italiana
Así es la sala de Francesco Clemente un museo con las puertas incorporadas a los cuadros
Con Chillida  en alabastro, cortes lisos definiendo el interior, (de Tindaya)
Anselm Kiefer, mi deidad solar, tiene una sala fija en el Guggenheim, impresionante
A la gran Cristina Iglesias, que descubrimos en los años 90 en el Guggenheim de Nueva York
Pieza icónica de Gilbert and George, escuela británica. Dato de corrección política: NO son heteros
Jeff Koons el autor de Puppy de la entrada del museo y el que más pasta saca del arte
Al fondo un artista étnico nigeriano, en la frontal un visitante tan étnico como el anterior, del mismo Bilbao y en las alforjas como mínimo 8 apellidos vascos. Más corrección política: dos etnias oprimidas
Baselitz que se ha hecho fuerte en la antesala  de Kiefer, ex miembro de los Jóvenes Salvajes alemanes que fueron
El arrebatamiento e hierofonía,  lo induce el propio museo, pasen los años y siga conmoviendo
Enzo Cuchi, más transvanguardia italiana que fue
Ives Klein que inventó un azul
Este Antonio Saura, más cojo que yo, yo más sobrevenido, hospital de Basurto por medio
Justo después del puente nací yo, en el número siguiente al del museo, Avenida Mazarredo, un hotel hoy, la misma clínica hasta hace unos años.. De aquí que me cumpla decir que soy del mismo Bilbao, que no me valió de nada en el Hospital de Basurto de la Villa, que fui tratado como un sinpapeles.
No puede faltar la foto en el Iruña no se vayan a creer que no estuvimos en Bilbao
La temporal de Miró un horror de montaje, no verla

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico reportaje. Y que guapos están. A disfrutar lo más grande. Besos