miércoles, marzo 31, 2021
Yo viví Tánger en Bilbao de niño
martes, marzo 30, 2021
El Día: Comunismo o libertad, siempre fue así
Si dos términos resultan antitéticos estos son comunismo y libertad, primer axioma; segundo, en todos los casos; tercero, sin una sola excepción. Marx a fin de evitar tentaciones impuso la dictadura del proletariado, Lenin lo refrendó con “¿Libertad para qué?” (y dictadura), de lo que tomaron buena nota Largo Caballero y republicanos españoles.
Los choques entre socialdemócratas (insultados de socialfascistas) y comunistas revolucionarios y violentos fueron muy nutridos en Alemania, oscilantes durante el soviet de Munich de 1919 y abiertos avanzada la República de Weimar. La II Internacional del norte de Europa que acogía a la socialdemocracia resultó el gran valladar contra el totalitarismo comunista, tanto gracias a teóricos socialdemócratas como Kautsky, Bernstein, como al laborismo inglés, socialdemocracia alemana, sueca, austriaca. Entre tanto en el sur, Francia y España constituyeron, preconizado por el Comintern, los frentes populares. En concreto en España la autoridad comunista sobre los socialistas fue enorme, hasta ser en la guerra civil decisiva. La izquierda española, sin un solo autor ni teoría, no formó parte de la familia socialdemócrata salvo el consecuente paréntesis de Felipe González.
Recientemente en el Congreso de Diputados los sanchistas y populistas comunistas se abstuvieron de condenar el comunismo como lo había hecho el Parlamento europeo, más ilustrado, democrático liberal y ético político, que hace un año asimiló el nazismo al comunismo (es la izquierda española la que sigue sin poder asimilarse a la europea): en duración y número de crímenes había sido mucho más exitoso el comunismo. 150 millones de muertos, siendo la partida más cuantiosa el Gran Salto Adelante, de comienzo de los años 60 del siglo pasado, de Maozedong. Nada nunca comparable.
Los comunistas desde Willi Münzenberg, Congresos antifascistas de París y Valencia y el Comimtern siempre hicieron una entusiasta propaganda de la libertad y la democracia, lo cierto es que no mentían del todo, y por eso instauraron las “democracia populares”, de calidad inferior a la “democracia orgánica” de Franco, que contaba con el tercio familiar.
Primo Levi decía que quienes mejor afrontaban los campos de exterminio eran los que creían en otro dios, como ejemplo los comunistas en la historia ineluctable. Jorge Semprún, ex preso de Mathausen, en conversaciones con el editor y editorialista de El País Javier Pradera, ambos sillares del Partido Comunista durante el franquismo, reconocían que ellos no luchaban por la libertad, si no era fase previa a la implantación del comunismo. Más tarde aceptarían la democracia liberal. Como tampoco los muyahidines que luchaba con furia contra el Sah de Persia lo hacían por la democracia, sino por el Ayatolá. En el País Vasco que recuerde, escasos demócratas, mayoría de revolucionarios.
https://www.eldia.es/opinion/2021/03/30/comunismo-o-libertad-45983836.html
domingo, marzo 28, 2021
No consigo al escribir la dialéctica que encoleriza, de Handke
sábado, marzo 27, 2021
El aforismo de Peter Handke que alumbra nuestra propia sombra
viernes, marzo 26, 2021
Damos la bienvenida a la Asociación de Escritores de Euskadi AEE a José María Lizundia
Damos la bienvenida a la Asociación de Escritores de Euskadi a José María Lizundia.
Este bilbaíno, afincado desde 1980 en Santa Cruz de Tenerife, es escritor, ensayista, abogado y editor.
Vinculado al periodismo, fue director de la revista "IUS" del Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife y de la web "Togas y letras". También ha sido articulista de "Diario de Avisos" y en la actualidad de "El Día".
Es socio de número del Instituto de Estudios Canarios y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. Fue Secretario General del Círculo de Bellas Artes de la capital tinerfeña durante más de 10 años.
Como editor fundó y dirige la colección "Ensayos Saharianos" con 9 títulos editados de autores marroquíes, colombianos y españoles. Entre ellos se encuentra la obra "Tánger y Melilla confrontadas, otros sesgos simbólicos y literarios" de la que José María Lizundia es autor.
Ha ahondado en temas muy diversos como la cultura vasca, la literatura canaria y el nacionalismo canario, el Sáhara Occidental, laboralismo, sindicalismo, etc.
Administra el blog Lizundiablog.
¡Bienvenido a la AEE/EIE, José María!
Obras de José María Lizundia
Autor de dos decenas de libros entre los que destaca por su temática vasca "Vasca Cultura de Altura: retorno estético a Oteiza e Ibarrola"
Ha escrito "El ensayo en la literatura canaria" y sendos libros sobre el intelectual "Francisco Aguilar y Paz: el disidente de la vanguardia canaria", y el escritor canario "José Rivero Vivas".
Lleva cinco ensayos publicados sobre el Sáhara Occidental.
Otros libros son diarios, ensayos sobre sindicalismo y laboralismo, nacionalismo canario, hasta un total de 20 libros.
También es autor de "La Guía oficial de Playas de España" (MOTMA, 1996, hoy Ministerio para la Transición Ecológica).
Como editor dirige y edita la colección "Ensayos Saharianos", que cuenta con 9 libros de autores marroquíes, colombianos y españoles, entre los que figura su obra "Tánger y Melilla confrontadas, otros sesgos simbólicos y literarios".
http://www.escritoresdeeuskadi.com/es/
jueves, marzo 25, 2021
Peter Handke, suya la cita de mis cínicas memorias
miércoles, marzo 24, 2021
Casi terminadas mis cínicas memorias a las que me ha a(he)rrojado Bilbao
martes, marzo 23, 2021
El Día: Frente al "Quijote" de Salman Rushdie: el sanchismo
El escritor Salman Rushdie en su trepidante obra Quijote descompone nuestro agitado, angustioso e incierto mundo actual en un cúmulo de amenazas varias, irrupciones tecnológicas, enfermedades, conflictos, disociaciones de personalidad, hackers, medicamentos en un mosaico con todas sus teselas festoneadas de brillos o mates muy sombríos con fondo del tam-tam de la selva y Silicon Valley.
Rushdie hace tiempo que dejó lo que pudo haber tenido de realismo mágico indostaní, para rebasarlo por el lado de la magia, la invención de galerías de ficciones, la más imaginativa y desbordante creatividad. Todos los estímulos se adueñan de un mundo cosmopolita y multicultural, cruzado por tensiones reales e imaginarias que configuran una nueva manera de vivir, gozar y sufrir. Salman Rushdie, como sus amigos Martin Amis, Ian McEvan y el difunto Christopher Hitchens, dejaría Londres para asentarse en EE.UU. donde encuentra más depurado el elemento indostaní de sus orígenes. Vaya que sí destacan, son los científicos y artífices tecnológicos más pujantes. Esos escritores desmenuzan la sociedad y el individuo actual, en toda su complejidad y riqueza, lo opuesto a microscópicos mundos ideológicos abanderados por marginales y buscavidas sin otra oportunidad que la política como profesión, limpia de competencia, reducto de mediocridades incluso curricularmente catalogados.
Thank you for watching
Nos hablan de la linde del presente que ya es futuro, registran todas las novedades, metamorfosis, las tendencias en flor y las efímeras cristalizaciones de fenómenos sociales y tecnológicos. Vorágine y vértigo como balas trazadoras de nuestras vidas, en cuyos intersticios buscados caben momentos de felicidad. Es el mundo actual de las vanguardias del arte y la literatura, sus retratistas y cronistas más reputados son quienes sintetizan nuestro presente y registran y adelantan el futuro con todos los entrecruzamientos que caben.
Mientras en las librerías encontramos a Rushdie y otros autores, en la España adusta y grave, escolástica y granítica, se rinde culto y actualiza la muerte: con un Franco convertido en tótem y con los muertos del bando de los puros (republicanos) de hace casi un siglo, buscados con furia arqueológica y denuedo fanático por cunetas y tapias. La apoteosis de la muerte y las ancestrales tragedias familiares solo pueden sustentarse en covachas mohosas, en patios de corrala claustrofóbicos y castizos. Es la paleo-izquierda obsesiva y retrospectiva, trancada, impulsivamente redentora, ciega y utopista. Una izquierda ya vuelta sobre sí, vacua, manipuladora, absolutamente insatisfecha, que ni sabe hacer ni quiere hacer urgida a regular la vida de todos, de disciplinar, adoctrinar, obligar, controlar y guiarnos. Ingeniería social sin saber nada de gestión, ignara en economía: bueno, cosas menores. Rushdie tenía la expresión del sanchismo más tosco y pedestre en España hoy.
https://www.eldia.es/opinion/2021/03/23/frente-quijote-salman-rushdie-sanchismo-44110938.html
lunes, marzo 22, 2021
Eguiar Lizundia abre ahora mismo JUST SECURITY
The Fight Against Kleptocracy Should Look Beyond the West
The global movement to combat kleptocracy has wind in its sails. With its sights set on curbing this most pernicious form of corruption – often referred to as “rule by thieves” – Congress, in December last year, passed the Anti-Money Laundering Act that makes it difficult for foreign autocrats to hide money in U.S. shell companies. In Europe, moves are underway to tighten the grip in a similar manner. Amplifying the issue further,
Estrecho News Reseña (5ª) de mi libro Tánger y Melilla, de Mustafa Akalay Nasser
Reseña del libro: Tánger y Melilla confrontados: otros sesgos simbólicos y literarios.
José María Lizundia.
Estudios saharianos, Alhulia 2020.
Por Mustafa Akalay Nasser.
Poner en alza la diversidad cultural y centrar en ella un discurso emancipador es, sin lugar a dudas, la empresa de José María Lizundia. Con avances y retrocesos nos narra en su libro: Tánger y Melilla confrontados: otros sesgos simbólicos y literarios, sus viajes a Tánger y Melilla, dos territorios frontera, donde recoge con precisión de etnógrafo, pero sin olvidar poner alma de relator en su faena de flâneur a lo Baudelaire y no de turista, es por ello que, junto a la abundante información, resultan altamente esclarecedores, los pasajes en los que describe la fascinación que ejercen las dos ciudades sobre los visitantes.
El libro está compuesto de dos partes. En la primera parte el autor enfatiza en la riqueza arquitectónica, complejidad y singularidad de Melilla. Y resalta el empate demográfico entre musulmanes y cristianos. Melilla puede presumir de interculturalidad en mayúsculas. Una interculturalidad heredada, espontánea pero también concienciada y trabajada en los últimos veinte años. Prueba de ello la tenemos en su calendario festivo donde la Fiesta del Cordero es considerada fiesta local, conviviendo con las tradicionales fiestas cristianas como la Navidad.
José María Lizundia deja ver sus conocimientos como jurista al ofrecer una perspectiva de la ciudad viva, en constante cambio, que construye la ciudadanía.La permeabilidad, la desaparición de los departamentos estancos bien puede encontrarse en algunas de las conclusiones del autor al considerar que es la amalgama de gentes y culturas, la misma diferencia la que da unidad, un ente múltiple y único ejemplo de ciudad del futuro. Melilla una vez más se anticipa a la historia futura, a cómo serán o ya son las sociedades consideradas plurales, al igual que se adelantó y fue única en el ejercicio de la democracia para constituirse en ciudad. Observa que a través del acceso a la condición de ciudadano se asume la posibilidad de tomar parte en la marcha de las cuestiones comunes que se discuten en el espacio común de la esfera pública.
En su estancia en Melilla el abogado escritor José Maria Lizundia de tres días solo y sin guía, practicó el arte de caminar, el atrevimiento de mirar y no turismo dando razón al filósofo francés Gilles Deleuze, que sentenció que el hecho de viajar te transforma en otro: la escritura y el viaje están unidas. Cuando viajamos lejos de su morada vivimos sensaciones y experiencias nuevas, el cuerpo en movimiento significa que estamos más pendientes, vigilantes de lo que ocurre a nuestro alrededor, estamos en alerta.
Llegar a una ciudad desconocida como Melilla es excitante. Para un escritor que busca materia para hilar o tejer sus historias, la ciudad se convierte en una fuente inagotable. Cada ciudad tiene un color especial, un ritmo diferente. Se camina siguiendo itinerarios diferentes de lo habitual, derivar o deambular a lo Guy Debord el situacionista por Tánger y hacerlo en Melilla que es: un ejemplo paradigmático de espacio geográfico marcado por su condición fronteriza. Una condición fronteriza que puede ser analizada desde diferentes perspectivas. Por un lado, nos encontramos con una frontera física clara y contunde, determinada por una insularidad, aunque artificial: El mar.
El andar por Melilla como practica estética o el atrevimiento de mirar.
A vivir la ciudad se aprende y se practica, según el sociólogo David Le Breton autor del emblemático libro: Elogio del caminar. Esa es la teoría de la deriva, que es todo lo contrario de lo que le sucede al trabajador en su vida diaria, del trabajo a dormir. Frente a eso la deriva era totalmente revolucionaria.
Ahora en estos tiempos de prisa y de estrés yo creo que sería el momento de reinventar la deriva y de disfrutar la ciudad sin prisas practicando paseos sin rumbo. La deriva se presenta como una técnica de paso ininterrumpido a través de ambientes diversos. El concepto de deriva está ligado indisolublemente al reconocimiento de efectos de naturaleza psicogeográficos, y a la afirmación de un comportamiento lúdico-constructivo. El turismo es lo contrario de la deriva. Derivar es justo lo contrario de hacer turismo, aunque uno puede convertir cualquier viaje en una deriva y viceversa. Comparar ambas formas de recorrer la ciudad puede ser útil para comunicar que entendemos por deriva. La deriva implica el andar, recorrer y repensar, lejos del ávido ojo del turista, la deriva articula tiempo, paisaje y movimiento y evacua la tendencia a considerar lo urbano como espacio ocioso. Pasear por la ciudad de Melilla supone rastrear el paisaje urbano, verdadera fuente de satisfacción visual, motivo de sensaciones que apuntan hacia lo social y lo colectivo. Al pasear nos convertimos en usuarios activos, participando de dicha realidad. Las calles y plazas ofrecen un relato urbano que genera un modelo de goce apasionante y un enriquecedor esquema de aprendizaje.
Tánger internacional: El bucle melancólico o luto imposible.
En la segunda parte del libro, el autor nos presenta sus Apuntes para un análisis de Tánger en la que se prodiga de desmontar o descolonizar el discurso cosmopolita desusado ejercido por unos autores conversos a la tangerinidad, muy dados a la nostalgia exagerada y enfermiza: una especie de sensación agridulce originada por el recuerdo de una dicha perdida. En el caso de Tánger hay una cierta elite compuesta por nostálgicos y melancólicos que añoran rememorar un Tánger remoto que no existe, una ciudad frontera que, por su anacronismo, su vocación de lugar de excentricidades y guarida del pecado pervive como imaginario orientalista. Éstos nuevos conversos más papistas que el papa y tocados por un Tánger inventado, confunden pasado con memoria, y venden a través del género negro que cultivan como literatos la idea que una ciudad se forma de su propio pasado. El pasado no existe es una reconstrucción.
El lamento de estos turistas del alma surge de la sensación melancólica de un Tánger ya perdido, una nostalgia que recoge el sentido de una ausencia, la del vacío percibido en el cambio del estatus de ciudad internacional a ciudad marroquí, la melodía que refleja el sentimiento del alejamiento de la ciudad que se fue. A través de sus libros, aluden a la memoria de una comunidad española que ni han conocido ni frecuentado. Se nota que estos autores de hoy que han hecho de la marca Tánger “un fond de commerce” en connivencia con algunos premios amañados y alguna editorial, practicando una especie de necrofilia literaria al beatificar a Ángel Vázquez y Emilio Sanz de Soto, añoran sobre todo una ciudad neutralizada, controlada por las potencias de la época, un territorio segregado y compartimentado en cuyo interior los extranjeros, sobre todo los ricos, gozaban a placer de un lugar reservado a los occidentales. Los beneficiosos por el régimen internacional gozaban hasta la extenuación en las fiestas nocturnas, de las cuales la población autóctona estaba proscrita. “Para los extranjeros que Vivian en la zona internacional, Tánger era la ciudad en la que nada estaba prohibido. En Tánger no había más leyes que el dinero y los caprichos que pudieran comprarse con él. Allí todo el mundo podía fabricarse la identidad que quisiera y vivir sin dar explicaciones a nadie. La permisividad sexual era legendaria. Los occidentales que querrían olvidar su pasado y hacer sus nuevos sueños más disparatados no tenían más que ir a Tánger. La vida, sin embargo, era muy dura para los marroquíes nativos, todos tenían que someterse sin rechistar a los caprichos de los occidentales.” (Eduardo Jorda, 2001).
El tangerino autóctono es aquí neutralizado bajo el dominio de los occidentales, sometido a una identidad asignada al servicio, e incluso a la servidumbre. (Marie- Haude Caraes-Jean Fernandez : Tanger ou la dérive littéraire, éditions Publisud 2002).
Para corroborar lo adelantado arriba y contener de una vez estos chikiflautas, muy activos como gente guapa en las redes exhibiendo sus patochadas, me remito al texto del escritor y periodista Eduardo Jorda sobre Tánger, la ciudad del pecado en lo que sigue: “En un ensayo escrito poco después de la independencia marroquí (hacia 1957), Paul Bowles decía :El Tánger de los bares de mala reputación, de las maisons closes, de los alcahuetes y los buscavidas, de los contrabandistas y refugiados de Scotland Yard y el FBI, el viejo Tánger que intento con valor aunque sin éxito vivir a la altura de su exagerada reputación de Ciudad del pecado , está muerto y enterrado”. Y si esto era así en 1957, ya podemos imaginar que de aquel Tánger no queda nada. La muerte del mismo Bowles, en noviembre de 1999, puso el punto final a lo poco que restaba de todo aquello. En el fondo no es que hayan cambiado mucho las cosas, solo que las circunstancias y los protagonistas son diferentes.
El contrabando sigue siendo una gran fuente de riqueza, pero ya no es de nilón, gasolina o antibióticos, sino de inmigración ilegales y drogas. La miseria es la misma para los desfavorecidos.” (Eduardo Jorda, op.cit).
Los escritores de la beat veían a Tánger solo como un espacio salvaje y atrasado, un zoológico humano, un burdel (la colonización del cuerpo) y jamás se interesaron por sus manifestaciones intelectuales autóctonas o políticas, ni por su cultura ni lengua.
Esta obra: Tánger y Melilla confrontados: otros sesgos simbólicos y literarios puede servir a antropólogos, científicos sociales y estudiosos de la vida urbana y fronteriza; y a quienes tengan interés en profundizar en temas como la interculturalidad, la convivencia, el bucle melancólico. Destaca, pues, la amplísima bibliografía utilizada por José María Lizundia, bibliografía que por momentos abruma. Desfilan por el texto Mohamed Choukri, Ernest Junger, Peter Handke, Ángel Vázquez, Juan Goytisolo, José Carlos Cataño, Lorenzo Silva, Sergio del Molino, Randa Jebrouni, Paul Bowles, Paul Morand, Jean Genet, Eric Calderwood, Abdelkader Chaoui, Walter Benjamin por nombrar a los más célebres.
sábado, marzo 20, 2021
Esta mi vida: la postración
viernes, marzo 19, 2021
El director, exiliado cubano (Miami), me llama para finalizar la película del Sáhara
martes, marzo 16, 2021
Afecciones de extrema melancolía: Tánger y II República
El Día: El nulo valor de la palabra
Qué lejos queda el “puedo prometer y prometo”, aquel enunciado casi performativo de Adolfo Suarez en el que anuncio y ejecución iban juntos. No podía haber mayor énfasis en el valor de la palabra, en la formalización de su virtualidad. Que se cumpliera era menos importante que su referencia al compromiso de credibilidad. Ahora pasan cosas que solo cabe calificar de pasmosas, insólitas, alarmantes sin que su proliferación haya acabado con el estupor. Es como si los alienígenas se hubiera apropiado de las tribunas públicas y hubieran impuesto un nuevo lenguaje, del que la función comunicativa hubiera sido expurgada. Pobre Habermas y su teoría de la acción comunicativa, así nunca habría podido llegar al consenso intersubjetivo. Leía que el doctor Sánchez no contestaba a las interpelaciones que le hacían en el Congreso de Diputados, suponía que lo decían porque no lo hacía en el sentido que hubiera gustado al interpelante. Me parecía que era lo normal, esa es la política de barro, zafarrancho y melé. Lo volvía a leer, hasta que un día presté atención. Pues resultó que era verdad: no contestaba y si se lo reiteraban volvía a zafarse. La extrema derecha, extrema derecha, extrema derecha era el soniquete mecánico, el paréntesis en el hip-hip de una embriaguez trastabillante. El franquismo con su latiguillo de la conspiración judeo-masónica no era tan estúpido, corto y sin luces. No necesariamente había de ser así, como el doctor y destacados del gobierno actuaban; se podía no contestar en absoluto y hacerte totalmente el loco, pero diciendo algo inteligente, cínico, irónico. Hacer algún guiño con la incomunicación.
La degradación de la palabra no solo se hace fango al evitar la transacción comunicativa y con ello todas las posibilidades de acciones racionales consensuadas, sino que la mentira dejaba de ser una huida hasta su desvelamiento. Llegan a mentir al momento que la hacen evidente, mentiras clamorosas que nunca antes habíamos oído: desfachatez, burla, condición esencial de los sistemas autoritarios que no rinden cuentas.
Thank you for watching
Sánchez, como con su fraudulenta tesis, no era autosuficiente ni capaz de desarrollar ideas con rigor y creíbles, que fluyesen naturales trasluciendo unos mínimos de sentimiento y emoción, de convicción en algún momento al pronunciarlas, que no fuera un maniquí de El Corte Inglés vacuo, artificial, incapaz de generar credibilidad, empatía, confianza, interés en algo que proclamara. Por eso incurría en solemnes ridículos con sus largas peroratas de dictador que controla la comunicación con el pueblo. El muñeco maniquí del que solo alcanzábamos a escuchar por momentos: la extrema derecha, extrema derecha, extrema derecha, como si fueran hospitales, pensiones, PIB, palabras de guerra sobre hojarasca, ceniza, polvo.
https://www.eldia.es/opinion/2021/03/16/nulo-palabra-43215254.html