Ya me han quitado todos los puntos de la rodilla, vuelta a enyesar con pie y tobillos liberados, ahora muletas, pequeña exhibición bilbaína de cómo soy capaz de levantar/levitar la pierna enyesada, enfermera y doctora admirativas, les bailé prácticamente este aurresku
Me había prometido aprovechar bien mi postración. y casi tengo terminadas mis cínicas memorias. Las he cosido como han hecho con mi rodilla, pero hilando tres punto decisivos, encerrándolos, que lo abierto al ciclo de la vida quede circular, muy concreto y lo lateral cobre el máximo protagonismo.
A mi me gusta escribir sobre lo que no tengo ningún modelo ni referencias sino intuiciones- nubes desgarradas por algún fulgor indefinido que debe perfilar su forma-, de que es lo que me gustaría que saliera.
Todo tan imprevisto verme en Las Arenas (Getxo) pegado a la ría por épocas, tenía que escribirlo, había que ordenarlo ¿Qué pasaba con mis deserciones, ambivalencias, condenas, lejanías..?
Yo donde ya solo podía volver era a mí, estaba ya psicológicamente en las plazas de Melilla o Ceuta (en las verdaderas excepciones y anomalías) o por el Sáhara, o en mis dos calles de Santa Cruz y Las Palmas.
Tengo el título y una cita que parece escrita para mi libro, de Peter Handke.
Después volverá Tánger, no para de crecer como motivo. Tanta su audacia...
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