Les invito a visitar mi nuevo blog sobre el Sáhara, tienen la dirección arriba
El MAESTRO (auténtico, no hay palabras) interpretando el Hatikva, himno de Israel.
Ayer celebramos nueva cena “exliberal” en el Casino, donde
más cómodo no se puede estar. No es lo mismo ir de invitado, que ser socio, de
socio sentiría rechazo insuperable y ni lo pisaría, de invitado, no salgo casi de él.
El catedrático de
ecología de la ULL comentó que nuestra tertulia era la más intelectual de todas
en las que había participado. Tuve que responderle que también para mí era
excepcional que estuviera con gente que
no bebiera y contaminara de ascetismo
calvinista la madrugada (hasta casi las 3). Que no me había pasado nunca.
Deduzco que en las tertulias intelectuales como la nuestra se generan una
suerte de endorfinas que irrigan el sistema nervioso de avidez placentera. Un
contrasentido.
En el salón noble
Los anarco capitalistas (a los que el simplismo progre llamaría
tartamudeando de excitación anatemizadora: NEO- NEO- LIBE-RA-RA-LES) han abandonado el
barco definitivamente. Ahora estamos liberales conservadores, liberales de
izquierda, que es lo que a mí en Manhattan me podría corresponder y liberales
regulativos. Falta la Escuela austríaca. El nivel intelectual arrastra el
lenguaje hasta elevarlo como los aviones sin motor remolcados por avioneta a la
excelencia de los cielos tersos y
radiantes, por la precisión de conceptos y metáforas que se exigen para matices
e ideas fugitivas de súbita aparición en
cornisas (con riesgo de caída) y triples ángulos. Son endorfinas, no se explica de otro modo mi insuficiencia tóxica acompañada de bienestar.
Hoy en día los inquietos intelectualmente –búsquedas y
elaboraciones personales-, cultos y críticos –no confundir personas con el
Nasdaq o Samsung, por ejemplo- son los
liberales.
Materia: el libro sobre la ética protestante en el
capitalismo de Max Weber lo tengo subrayado y con anotaciones a boli y lápiz de
colores. Es el gran libro para mí.
Mis ideas y prejuicios con el
anglicanismo me impedían comprender hechos religiosos e
históricos más hondos, en parte por las
irreflexivas determinaciones
conjeturadas de su semejanza litúrgica con el catolicismo. También el entronque del puritanismo con el calvinismo, lo
desvirtuaba mis errores con el anglicanismo.
De igual forma apenas
veía semejanzas, salvo las raigales, entre luteranos y católicos, y no creía que
las diferencias entre luteranos y
calvinistas fuera tan frontales. Daba excesiva importancia a la Contrarreforma (un suceso católico). Sin el arraigo y la perduración del calvinismo el luteranismo se habría desvanecido,
lo que intuía por su propagación y determinación de las formas políticas,
sociales y simbólico culturales que engendró.
También se me escapaba el por qué de la preeminencia del Antiguo Testamento en las
confesiones evangélicas norteamericanas más extremas, sin saber que el Antiguo
Testamento fue revalorizado y equiparado por los puritanos –fundamentalmente
los pietistas-, que regresaron a las sentencias de Salomón, los salmos y las prescripciones más terminantes
entre poseedores de la gracia y condenados. También porque se fijaron en la religiosidad
de los judíos: sobria, objetiva, embebida de divinidad.En mi mea culpa está también circunscribir el pietismo al luteranismo alemán e ignorar la importancia del inglés y el de los Países Bajos, que formaron parte de la gran ética del ascetismo puritano, y que devendrían abanderados de la tolerancia religiosa en EE.UU y de la separación Iglesia estado.
De entre todo lo que se podría decir de este libro MÁXIMO, indicar una idea certera como pocas. Frente al calvinismo, que supone el máximo esfuerzo de racionalización de la piedad, tanto el catolicismo como el luteranismo conservan elementos mágicos, como son los sacramentos. Su recepción supone una transubstanciación de la condición del pecador (para las primeras, condenado para la última) a elegido, por mero rito.
1 comentario:
Himno de Israel:
Si va a ir a la Granja aproveche y échele un vistazo/saque el documental en comic "Palestina" de Joe Sacco. Está en la sección de comics.
Salu2, EDH.
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