Mi blog sobre el Sáhara se llama Sáhara plural y en internet
aparece con la ultraizquierda que también se adjetiva así. En mi época sí hubo
izquierdas muy diversas, doctrinal, funcional, histórica y orgánicamente. Lo
escribí en mi libro de abogados.
La ahora auto intitulada plural, de plural no tiene nada,
está fragmentada al infinito. Corre detrás
con la lengua fuera para apuntarse
tantos con todo lo que se pueda mover, cualquier asociación o pequeño
movimiento coyuntural es su tierra de promisión, aunque sea para acampar un
tiempo. Ante un Banco, el domicilio de un políticos, Sol-gran sol, el Congreso,
sanitarios, estudiantes, lo que sea y toque, incluso con un toque gamberro.
No cantan aquello de LUCHAR, VENCER, OBREROS AL PODER, bis,
bis, otro bis
Estos plurales de chichinabo en realidad son todos monistas,
dando prevalencia envolvente y sacrosanta a su discurso pancarta. Creen en la
infalibilidad de una cuestión que opaca a las demás por su trascendencia. A ese
batiborrillo chamarilero lo dicen plural
porque simplemente piensan (no destacan por ello, precisamente) que suena muy
bien y lo único sustancial en ellos es el apuntamiento oportunista y alocado,
instintivo y rumiante a todo aquello de movilidad intrínseca. El astral
Zapatero les entretuvo, cuando la crisis se combaba con más virulencia,
escarbando tibias y húmeros por todo el territorio nacional. Pensar que hace
solo 3 años se nos iba la vida en ello, ¡qué urgente era! (casi lloro). Han regresado a su
nada originaria sin una sola rebelión ni un acto testimonial. Avergüenzan mi
juventud estos seres mecánicos. Solo cuentan con el pasado y los nichos
fósiles. Zapatero lo supo, ahí su talla.
1 comentario:
Parafraseando a FG: Gallo blanco, gallo negro lo importante es cazar al facha.
Salu2, EDH.
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