Cada vez menos efectivos aquí, damos pena, así como en Getxo puede estar aislado e irrelacionado, salvo con mis amigos nuevos. (viejos no conservo uno solo, los vasquitos tan corales y unísonos), aquí es lesivo, como desangrante. Cortafuegos pues, las camareras y los guitarristas (la mayoría de flamenco) que amenizan las terrazas. Uno que paga el periódico con tarjeta, cuando cae alguna moneda en mis manos las guardo para ellos,
Mi nieto y la niña anglo, los dos hablan español, ella con el acento mejicano relindo, no del nahuatl, cuya gramática la hicieron frailes españoles tras salir la gramatica del español de Antonio de Nebrija, no los mexicas, suerte de pre nazis de mesoamérica. En la próspera Nueva España, durante muchos años la Ciudad de México Tenochtitlan podía competir con Londres o París. Estas colonias rarísimas...
Una potencia numérica y cosmopolita y multirracial si nos comparamos con ellos, era el cumple de S.Me han llegado de mi primo los apellidos de mi madre: Zamalloa, está tan claro y esquemático, que tendré que segregar bien ese apellido del otro de mi primo. Acierto a ver que no se movieron mucho, que no cambiaron mucho de valles. Afortunadamente hay bastantes lizundias y zamalloas, como de otros apellidos míos por hispanoamérica, a los que acuso formalmente de exterminar a todos los indígenas y aniquilar todas sus culturas.
24 apellidos que sé por vía de madre y 4 que conozco de padre, resultan 28 apellidos vascos. Ya los publicitaré.
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