Lo que me aburre soberana-mente (adjetivando por contagio) son las elecciones vascas y la cantidad de noticias que generan con más o menos idénticas conclusiones, fáciles de suscribir. No hace falta que lo digan todos.
Me veo desde ayer, con más celo, en mundos alternativos, con un yo proyectivo y otro introyectivo, que obra por su cuenta y va a su rollo, sin recibir un solo estímulo serio del exterior, pero tampoco del interior, como fueran obsesión, asunto pendiente, ajuste de cuentas, espina clavada, nada de nada, simplemente se limita actuar casi como autónomo, casi sin espacio y tiempo objetivos como marco, con ángulo complicado. Y la edad.
Buenas noticias muy recién. Pues estoy ante dos libros vascos, el ya tantas veces repetido De Bilbao y aranista, a exvasco en Canarias El nuevo nacionalismo administrativo vasco, ya enmaquetado, ya con foto de portada muy sugerente por incierta, y una contracubierta que, difícil, ha podido salir rápido.Y hoy también ordenado mis notas escritas en México y Washington sobre el Athletic de Bilbao, que me está saliendo en estado de trance; por primera vez, el índice ya.
Enorme sorpresa por los libros vendidos de De Bilbao a Bilbao, cuarenta años después", y todo estando en casa.
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