Hoy en lugar de bajar por nuestra calle, la 16, que termina en la Casa Blanca, lo hemos hecho por la 14, en la parte alta, vidilla, colorismo, no estaba la policia, licorerias baratos y supermercados baratos, hasta que llegas a Target, Es Columbia Heights, visita obligada. Una calle sobreabundada de restaurantes y coffees sin alcohol en la zona plenamente residencial ya de más abajo. Cerca del Mall hemos encontrado restaurante, la gente se ve que trabaja y come con agua, no se vayan poner a cantar.
Les he homenajeado brevemente en mi fuero interno como a los que viajan hasta aqui a resolver grandes crucigramas y los ávidos turísticos inyectados sus ojos de sangre por la cultura y los museos..
La extrema laxitud, ni siquiera un pequeño plan de visitas turísticas ni la impronta neurótica de abarcar la ciudad y confiar en diminutas vivencias como ver algo pintoresco o mantener un artisbo de comunicación muy impropia que por eso divierta.
Así las cosas espero llegar a casa para seguri devorando la Historia Mínima de México y empezar Los empeños de una casa de Sor Juana Inés de la cruz
Tan perturbado por la Ciudad de México y bien sorprendido por mi artículo Elecciones vascas: monoteísmo y comunión papal que necesito escribir un libro sobre la hinchada del equipo de mi ciudad, de una profundidad antropológica tan brutal y esencial como ignorada por todos. Los insólitos e impensables flujos y reflujos de la vida. Cuando lo más propio suele ser el cultivo intensivo y religioso de un mismo jardín. removiendo, eso sí, cada cierto tiempo la tierra.
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