viernes, abril 26, 2024

El poder del argumento en público, a cuenta de los saharauis

                                                 

                                               Estoy recopilando todo lo publicado de literatura canaria en prensa, de  hace bastantes años. He de acudir a los recortes en papel de los articulos -no conservo en digital: nunca he abierto una carpeta-, y me encontré en uno de los álbumes uno unido, y debajo, a  una  Carta al Director. ¿Tendrá relación conmigo? La tenía, sino lo habría quitado. un saharaui POLISARIO que me acusaba de lo típico. El periódico había tenido el detalle de sacarlo debajo de mi artículo.

Así como me pone enfermo, casi literalmente, dedicar libros -para mi suerte han sido pocos- también soy dado a no presentar libros, si intuyo que no tendrían  interés. Tengo libros no presentados. No es importante, mi libro revelado el otro día con más ventas de las imaginadas, "De Bilbao a Bilbao, cuarenta años después",  no lo presenté en Tenerife, pues resulta que la Universidad de La laguna, lo tiene.

 
Pero sí presenté mi último libro del Sáhara, el que me fue devuelto (una caja de Marruecos), por no recogerlo el destinatario ¿verdad B.? Lo hice en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. me salió al final de mi intervención, no exenta de pasión y combatividad, un argumento de mucha fuerza, que no venía en el libro, Al ser un argumento verbal, con público, puedes calibrar su impacto, como en los juicios de abogados y demás operadores jurídicos 

Lo que dije, y me pareció causó estupor o parecido, es que los saharauis nada tienen  de pueblo originario del Sáhara occidental  (pobres ídolos de los "estudios culturales":  tan de revistas de moda parisina), que no solo no eran originarios, sino  invasores, que aplastaron  y sometieron, a su población autóctona de tribus bereberes.  Los famosos saharauis llegaron en los siglos XIII y XIV, eran tribus beni hasan, alógenos puros, povenientes de Yemen del sur.

Casi se  oyó ¡ooooohh! Qué gusto el mío.

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