Iñaki Martínez es efectivamente ese bilbaíno de Madrid, un bilbaíno que para quedar con él tiene que ir a Bilbao vía Vitoria, porque allí no está, si no va. Es un bilbaíno como las estructuras de química orgánica o como el rizoma de Deleuze y Guattari, que ocupan mucho en traslaciones horizontales: selvas, costas, altiplano, volcanes por Guatemala, Dominicana, Panamá, El Salvador y Tánger donde se ha jurado conjurado, que es como Maribel Méndez les toma el juramento de conjura y les da 200 dirham para que compren tabaco en su sede argentina emponzoñada de contaminación,
-Iñaki, a todo esto, dónde vives en Madrid ¿no será en esos barrios nobles de trazo urbanístico a cuadrícula (Plan Cerdá de Madrid, Ensanche de Bilbao) y que están comprando en su integridad las oligarquías centro americanas? ¿Acaso eres uno de ellos?
Iñaki, A pesar de esa bilbaína complicada -me pregunta si mis padres fueron de Bilbao; pues también). Resulta una suma de valores locales-loables, excesivos y geométricos, jardinería francesa de parterres y rosales que parecen diseñados para satisfacer a las grandes madres vascas, a las diosas madres, el chico bilbaíno educado para serlo, que es feliz, equilibrado, simpático, atento, inteligente, austero, incluso con sentido del humor, muy buen escritor, moderado, amistoso- concita valores que en principio en toda nuestra airada juventud consideramos pegajosos y repudiables, y claro, incapaz de hablar mal de nadie, ese atributo de aburridos y mojigatos, lo que tampoco permite detestarlo porque siempre gana la universidad de Deusto y la Comercial con su buen rollo impreso en los lóbulos cerebrales, los bilbaínos se encofraron en ellas, que les siguen nutriendo - muy ajeno y distante el mundo todavía y el mercado de universidades actuales- de autoestima y clase hasta que van a las norteamericanas si las cataniñaki que sabe que mi enemigo de clase es el socialismo psicótico, posmoderno, analfabeto y señorito con pujos de grandeza y despilfarros y extenuantes comitivas también caribeñas, me pone el carné de ellos en la foto como premeditada provocación, el lumpen político español, Me da que a Iñaki le ha dado por militar de por vida en las filas de la ejemplaridad. Pero no le puedo odiar, a fin de cuentas muchos santos le han precedido.
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