"En Tánger, la literatura, una conversación pendiente"
2.- El escueto rastro de casi ninguna fotografía
3.- El tangerino israelí Shlomo ben Ami hablaba
español, no jaquetía
4.- La jaquetía, excepción del cosmopolitismo judío
5.- Pudibundez de fondo ante Tánger: inmoralidad y
vicio junto a moral y virtud
6.- En las Memorias de Tennessee Williams no existe Chukri,
ni casi Tánger, aun menos los españoles
7.- Allen Ginsberg y Burroughs, los beat fantasmales
de Tánger
8.- Tánger y su efecto literario de deslocalización
9. - Los españoles, ausentes radicales de Tánger en
los textos
10.- La reivindicación del vecino tangerino Paul
Bowles
11.- No es Bowles el que dice Chukri que es
12.- La Generación Beat en Tánger, de meros turistas
13.- Generación Beat o Generación Perdida
14.- Tánger un no lugar literario paradigmático
15.- Pujanza artístico literaria de Santa Cruz de
Tenerife: Gaceta de Arte como contrapunto
16.- El desenfoque que produce Paul Bowles en la
visión españolizante de la literatura de Tánger
17.- Chukri, vicios cristianos, sociología católica
española; Bowles, recato y sobriedad
protestante
18.- Los judíos omitidos de Tánger
19.- Tánger, una ciudad débil en cuanto esencia y
sustancia literaria
20.- ¿Un lobby post colonialista cultural español?
21.- El culto a la españolidad de Tánger, un español escrito proscrito: el de Rodrigo Rey Rosa
21.- Pepe Carleton, la continuidad de la autenticidad, una literatura
de proximidad
22.- Chukri como figura metaliteraria
El libro estará en la calle para marzo y ya no volverá a haber más Tánger. Cuando descubrí la ciudad creí que era casi un hallazgo personal, como descubrir una cala circundada de pino mediterráneo, menos por el arco de abertura al mar, al fondo de un acantilado, hasta que comprobé que Tánger era la playa de la Concha de San Sebastián en pleno agosto.
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